Nanotecnólogos en el teatro

Investigadores del área de nanotecnología de las universidades de Santiago y Vigo y actores de Factoría, Chévere, Buratini, The Pinga y Nut Teatro coincidieron ayer sobre el escenario del Auditorio de la USC, en el acto de consumación del primer Obradoiro de Teatro Científico, organizado por la Dirección Xeral de I+D+i.

En la representación de ayer, orientada a un público adolescente, 12 actores y 5 científicos (entre ellos Daniel Baldomir, del grupo de investigación de Electrónica y Computación de la Facultad de Física), dieron salida a una sucesión de sketches didácticos sobre las potencialidades de la nanotecnología, concepto que aglutina a todas las ciencias que explotan las propiedades de la materia a escala de átomos y moléculas.

"El teatro de divulgación científica debería estar en las escuelas"

Tras una pequeña presentación del Nanomundo, un psicólogo de partículas nanométricas -la millonésima parte de un milímetro- atendió a protones, neutrones y electrones con trastornos de identidad. Ya sanados, los actores que encarnaban a las partículas subatómicas repetían "creemos nuevos enlaces" y "somos una nueva materia". El destino de esos mantras se visualizó en la sección Nanotienda, en la que se vendían al mismo tiempo regeneradores celulares y armas asequibles para la ciencia militarizada: nanopartículas de botulismo. Sin moralismos, los actores promocionaron con la misma alegría la destrucción y la prolongación de la vida.

"Los actores no saben nada de ciencia, así que debemos forzar a los científicos a bajar el nivel", explicó Lea Witmondt, directora general de la compañía holandesa Pandemonia, organizadora del taller y referencia del teatro de divulgación científica en Centroeuropa desde hace 20 años. "El teatro es un instrumento excelente para democratizar el conocimiento científico y que la gente decida qué pensar", indicó, en referencia a la ausencia de fronteras políticas comunes que regulen el uso de las nanociencias. Museos, universidades y escuelas son algunos de los espacios no convencionales del teatro científico en Suecia, Holanda o Inglaterra, donde nació hace dos siglos

. En España apenas hay representaciones puntuales en Cataluña y Madrid.

"Preguntémosle a la gente qué es una estrella", apuntó el neurofisiólogo Xurxo Mariño, divulgador en los cafés científicos pagados por I+D+i (un grupo de actores y científicos recorrieron cafés de toda Galicia para hablar de neurociencia con escenografía teatral)

. "Hoy se podría comprender el mundo mejor que nunca y la concepción, a nivel de calle, es medieval". "El teatro científico debería estar en las escuelas", subrayó David Serantes, del departamento de Física Aplicada de la USC, quien destacó la importancia "del tono, el gesto y la postura" para la comunicación de la ciencia. Para los actores, que tuvieron un día de puesta en común con los científicos tras una semana de didáctica en los laboratorios, la experiencia también fue aperturista. "Los científicos podrían colaborar con nosotros incluso en montajes profesionales", dijo Miquel Condal, de The Pinga Teatro. Arantza Villar, de Nut, situó la cuestión en los espacios vacíos. "Como visitante de museos, se echa de menos esta parte de la divulgación científica".

Industria, a través de la Dirección Xeral de I+D+i, prevé dar continuidad al proyecto con la producción de una obra sobre las nanotecnologías. Se estrenará en noviembre, en la Semana da Ciencia.