"Me siento bien en la hierba"

"El cambio de la arcilla a la hierba es grande. Pero me siento bien. La final del pasado año en Wimbledon [perdida contra el suizo Roger Federer en cuatro sets] supuso una enorme confianza para mí y me siento bien en esta superficie". Así de optimista se pronunció ayer el tenista español Rafael Nadal tras imponerse en la segunda ronda del torneo Queen's, antesala de la gran cita británica, al argentino Juan Martín del Potro por 6-4 y 6-4 en poco más de una hora.

"Del Potro comenzó sirviendo bien, pero después bajó un poco su eficacia y yo pude restar mejor. Estaba tranquilo porque con mi saque ganaba con facilidad los juegos. Y esto es muy importante en la hierba", comentó Nadal, a quien su reciente triunfo sobre Federer en Roland Garros, competición de la que ya es tricampeón, le ha supuesto un estímulo adicional para afrontar su reto pendiente: estrenarse en los restantes torneos del Grand Slam, los que no se juegan sobre su aliada la tierra batida.

El próximo adversario de Nadal será el bielorruso Max Mirnyi, que batió al francés Gael Monfils por 6-7 (2-7), 6-2 y 7-5. Mirnyi ocupa en la actualidad, a sus 30 años de edad, el 58º puesto en la clasificación mundial, en la que llegó a figurar en el 18º en 2003, cuando logró el único título que adorna su palmarés, el de Rotterdam.

Más dinero para la Davis

Por otra parte, Nadal comentó que, en su opinión, la federación internacional debería reestructurar económicamente la Copa Davis y aumentar los incentivos con el fin de que los mejores tenistas la jueguen sin verse perjudicados.

"Me gusta ese torneo. Su atmósfera es especial", subrayó Nadal antes de matizar que, desde el punto de vista monetario, se ha quedado "pequeña, desfasada", respecto a otras competiciones.