Letonia retendrá todo el verano a los acusados de robar la bandera

El fiscal general de Letonia ha decidido prolongar la pesadilla de los dos españoles y los dos portugueses que llevan 28 días retenidos en el país báltico por robar unas banderas que se hallaban colgadas en una calle de Riga. Tras reunirse ayer con su abogado, la fiscalía les prohibió regresar a sus países de origen hasta que sean juzgados por ultraje a la bandera y robo en grupo, delitos que las leyes letonas castigan hasta con seis años de prisión.

Las gestiones de la embajada española no han ablandado el criterio del fiscal, que obligará a los acusados a quedarse en Letonia todo el verano porque el juicio no se celebrará antes de cuatro meses. La alternativa consiste en declararse culpables e intentar que el castigo se quede en una multa. "Pero la decisión de hoy [por ayer] es un mal presagio", admitió el segundo jefe de la embajada, Bernardo López.

"Estamos hundidos", declaró Miguel Ángel López, el onubense de 25 años que fue encarcelado el 16 de mayo junto con el canario Edén Galván, de 24, y cinco amigos portugueses. La justicia retiró los cargos a tres lusos y dejó en libertad bajo fianza a los otros cuatro implicados, que ayer aún confiaban en poder regresar a casa hasta que, a media tarde, se confirmaron los peores augurios.

Aunque apelarán la resolución, admiten que hay "pocas posibilidades" de éxito y se aferran a la "presión" que pueda ejercer la diplomacia española: "Si no, estamos vendidos". Pero tras multitud de reuniones con las autoridades de un país "en el que la bandera es casi sagrada", el representante de la embajada siente que ya ha quemado todos sus cartuchos. Queda la posibilidad, eso sí, de que el Gobierno español lleve el caso ante la Unión Europea.

Mientras, los acusados y sus familias siguen pagando una doble factura: el gasto económico que acarrea su estancia forzosa en Letonia y el "desgaste emocional" que están sufriendo. Como dice Miguel Ángel, "total, por una chiquillada".