Amela apuesta por el progreso sostenible latinoamericano desde el Mediterráneo
Vidal-Beneyto, presidente de la fundación, considera fundamental el cruce de ambas áreas
El mundo es "extraordinariamente difícil de gobernar" según el sociólogo José Vidal-Beneyto (Carcaixent, 1927). Es imposible que funcionen los macroorganismos mundiales porque "los intereses están demasiado diversificados" y "los antagonismos son múltiples". En consecuencia, "si no hay posibilidad de crear una instancia política para la gobernabilidad del mundo, hay que crear otras cosas". Ese ha sido el punto de arranque de la Fundación Amela, acrónimo de Área Mediterráneo-Latinoamericana, que retoma desde Valencia la experiencia iniciada en 1978 en Florencia (Italia).
El proyecto persigue una convergencia operativa "lo más aguda posible"
No se puede hacer una acción colectiva que tenga continuidad y consistencia sin un instrumento que la represente. Sobre ese planteamiento, el director del Colegio de Altos Estudios Europeos Miguel Servet de París ha reimpulsado en Valencia la Fundación Amela, cuyo objeto es la necesidad de poseer un referente mundial del cruce de áreas entre países en fase avanzada de desarrollo y los que están en una fase intermedia.
Vidal-Beneyto, que también preside el patronato de la fundación de la que forman parte un grupo de académicos, empresarios y profesionales de las artes y las letras españoles y latinoamericanos, considera que el cruce entre las áreas mediterránea y latinoamericana es fundamental, puesto que está en tránsito entre el Norte y el Sur y también entre el Este y el Oeste. "Es, quizá, el vector más claro de penetración", sostiene.
Para llevar a cabo ese propósito, Amela ha concebido un programa, que ya está en marcha, denominado Progreso sostenible e integración regional en América Latina (PAL). La pretensión del proyecto en su globalidad es crear una convergencia operativa "lo más aguda posible" entre los países mediterráneos y los de la América Latina, como bloques separados y como un bloque conjunto, y luego poner en marchas acciones sectoriales que puedan conducir a asegurar y profundizar en el progreso sostenible.
El catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid propone la sustitución de la categoría "desarrollo" por "progreso" porque la primera, que ha sido muy útil, ha tenido dos servidumbres. El desarrollo es economicista radical y cerrado en tanto que categoría condicionada biológicamente, mientras que el progreso es una categoría abierta en la que todo depende del contenido que se le dé a los proyectos que la representan. Vidal-Beneyto quiere llevar a cabo este proceso en estrecha relación con las organizaciones geopolíticas de ambas áreas.
La integración a la que apela la fundación no es otra que la unidad de América Latina, con el prototipo máximo de una federación de estados latinoamericanos, y, paralelamente, una unificación por sectores concretos, como la sanidad, el trabajo, los movimientos sociales y los aspectos culturales. En una primera fase, que Vidal-Beneyto designa "teórico-doctrinal" y que terminará en octubre de 2009, el propósito de Amela es realizar una exploración real, "un levantamiento del mapa situacional", en los ámbitos jurídicos, económicos y políticos.
Este trabajo culminará en un libro publicado por Pre-Textos, en lo que se designará la "Biblioteca Ameliana", y con la celebración de un simposio para discutir sus contribuciones, que también será publicado. La fundación quiere publicar 19 libros como contribuciones especializadas segmentadas sobre la realidad de la sociedad latinoamericana, que ha dividido en tres bloques: sociedad, derecho y economía, y educación, ciencia, arte, cultura y comunicación.
La segunda fase será "pragmático-operativa" y se desarrollará entre 2009 y 2012. Ésta se centrará en la implementación de las propuestas formuladas concretas y en la respuesta a los principales problemas señalados.
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