El United abre la 'bolsa' a lo grande

El Manchester United contrató ayer a Owen Hargreaves, el mejor centrocampista que le quedaba al Bayern de Múnich. El fichaje, que se resolvió por unos 25 millones de euros, la mayor cantidad pagada por un futbolista de la Bundesliga, refleja el poderío del club inglés y su pretensión de dominar la competición europea. El Manchester acordó la compra de Hargreaves un día después de gastarse 55,5 millones en dos jugadores que comenzaban a lucirse en la Liga portuguesa: Nani y Anderson. En total, el campeón de la Premier League suma una inversión de más de 80 millones de euros en tres jóvenes que no superan los 26 años de edad.

El fichaje de Anderson, el 10 brasileño de Oporto, de 19 años, se cerró en 30 millones. El de Nani, extremo zurdo del Sporting de Lisboa, de 20, en 25,5. La doble contratación se firmó el miércoles tras un maratón negociador en Lisboa y Oporto por parte el segundo entrenador del Manchester, Carlos Queiroz, y el director ejecutivo, David Gill. Los dos jugadores firmarán por cinco años.

Nani y Anderson son las dos grandes revelaciones de los últimos tiempos en Portugal. Anderson llegó a Oporto en 2005 procedente del Gremio de Porto Alegre, donde nació en 1988, y destacó enseguida por su zurda exquisita, su potencia, su habilidad y su velocidad siempre vertical. En su primera temporada europea, Anderson apenas jugó 291 minutos en cinco partidos; en ésta, tras empezar como un tiro y ganar la Supercopa con un gol, jugó 14 partidos más. Cuando empezaba a hablarse del interés del Barcelona, cayó gravemente lesionado ante el Benfica. Una entrada del griego Katsuranis le fracturó el peroné. Pasó seis meses sin jugar y sólo volvió en el último partido para proclamarse campeón. Ayer, el presidente de Oporto, Pinto da Costa, dijo que "la oferta era irrechazable".

Hijo de padres caboverdianos, Nani nació en 1986 en Santa Filomena, un barrio humilde de la periferia lisboeta, y debutó en Primera División en 2005, año en el que jugó 36 partidos (5 goles). Esta temporada, en 40 partidos, ha metido seis (uno de ellos genial, en la Champions, en Moscú), y ha llegado a la selección lusa de la mano de Scolari. Es un extremo flaco, alto, virtuoso y rápido. Destacó muy pronto en las categorías inferiores del Real Massamá, un pequeño equipo de los alrededores de la capital. A los ocho años dejó boquiabierto a todo el mundo al dar vueltas al campo dando toques al balón sin que cayera al suelo. Tras ingresar en la cantera del Sporting, quizá la más fértil fábrica de extremos del mundo (Futre, Figo, Simão, Quaresma, Cristiano Ronaldo...), Paulo Bento, su descubridor, le puso a hacer musculación. Un año después, le dio la titularidad al tomar las riendas del primer equipo. Ahora, los directivos del Massamá tienen derecho a 1,2 millones de euros por su traspaso. Ayer anunciaron que con ellos harán una piscina.

Mientras las acciones de Oporto y Sporting subían en la bolsa de Lisboa, algunos medios se escandalizaron con las cantidades que abonará el Manchester por los fichajes. "El Manchester pierde la cabeza en Portugal", decía Record. La culpa es de Jorge Mendes, célebre agente FIFA y artífice de, entre otros muchos, los traspasos de Carvalho al Chelsea (30 millones), Deco al Barça (22), Cristiano Ronaldo al Manchester (16,5) y Maniche y Costinha, hoy en el Atlético de Madrid, al Dinamo de Moscú (14 y 6, respectivamente).