"Hay que debatir qué modelo de ciudad queremos, ahora no existe"
Paloma Sobrini Sagaseta de Ilurdoz es la primera mujer que accede al decanato del Colegio de Arquitectos de Madrid en 75 años de historia colegial. Acaba de ser elegida entre un censo de 2.600 votantes, con 100 votos de ventaja sobre su inmediato rival. Arquitecta desde hace 35 años, es madrileña, de familia de raigambre navarra; está separada y tiene tres hijas -dos de ellas futuras arquitectas- y un hijo. Profesionalmente ha destacado en proyectos vinculados a la sanidad y a la vivienda.
Pregunta. ¿En qué medida ser mujer ha influido en su carrera profesional?
Respuesta. Nunca encontré impedimentos especiales, salvo al terminar mis estudios; entonces parecía extraño ver a una mujer a pie de obra y hallé reticencias de algunos hombres a la hora de recibir instrucciones mías.
P. ¿Cuántas mujeres hay colegiadas hoy en el COAM?
R. Menos de una de cada cuatro; pero en la escuela, las alumnas ya son seis de cada 10.
P. ¿Qué herencia recibe del decano y la junta salientes?
R. La valoro mucho: el mayor esfuerzo lo han realizado en la informatización del Colegio y en el campo de la cultura; ha abierto el panorama a muchísimos arquitectos jóvenes y está muy bien la idea de la Oficina de Concursos, ya que los ha racionalizado.
P. ¿Qué les critica?
R. Ha faltado mucho diálogo con grupos de profesionales, desde arquitectos municipales hasta Arquitectos sin Fronteras o los que trabajan en grandes estudios.
P. ¿Cómo piensa resolver el problema de los honorarios?
R. Ya se está aplicando un sistema basado en evaluar costes. Parece el mejor método.
P. ¿Qué proyectos acaricia para el Colegio de Madrid?
R. Uno de los más necesarios, crear la Comisión de Urbanismo.
P. ¿Cómo la concibe?
R. Hay que convocar antes un grupo de trabajo representativo de todas las tendencias urbanísticas, que tanto tienen que decir.
P. ¿Qué meta les propone?
R. La primera, hay que debatir qué modelo de ciudad queremos. Creo que el momento olímpico que Madrid va a vivir es una buena ocasión para plantear tal modelo, que ahora no existe.
P. Usted, ¿cuál preconiza?
R. Es previo el debate entre todos los profesionales concernidos, arquitectos y Administración, pero yo apuesto por una ciudad sostenible, al servicio de la sociedad y participativa. En Madrid ya hemos crecido mucho.
P. ¿Cómo sería esa ciudad?
R. No zonificada, donde todo el mundo encontrara su propio espacio; el centro debe esponjarse; o se hace un plan director o tendremos un Madrid inconexo y disperso. La planificación es clave.
P. ¿Cree que el lobby inmobiliario aceptará una planificación como la que usted propone?
R. Creo que sí; todo el mundo quiere que Madrid se ponga a la altura que debe estar. Además, parece que empieza un ciclo económico declinante que así lo exige.
P. ¿Qué posición le gustaría que mantuvieran los representantes del Colegio en la Comisión de Patrimonio Histórico, Artístico y Natural (CIPHAN) sobre asuntos como el del frontón Beti Jai?
R. A quienes no pertenecíamos a la CIPHAN nos ha faltado información del Colegio y no nos hemos enterado.
P. El arquitecto ¿debe estar más cerca de sus clientes o del público?
R. La meta del urbanista ha de ser el bien social. Por ello, vamos a sacar un Código Ético del Urbanismo, que determine qué es lo legal, lo ético, de tal manera que el arquitecto sepa siempre qué hacer.
PALOMA SOBRINI
Madrileña, madre de tres hijas y de un hijo. Hija, hermana y madre de arquitectos y futuros arquitectos. En ejercicio profesional desde hace 35 años.
Experta en instalaciones hospitalarias y vivienda.
Primera decana electa del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, al frente de la candidatura COAM Activo, con Miguel Ángel López Miguel como vicedecano.
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