Luz verde para Zabel
El equipo Milram mantiene el contrato al ciclista alemán confeso de haberse dopado con EPO, que correrá desde hoy la Vuelta a Baviera
"Es un icono del ciclismo y ayudará más a la lucha contra el dopaje dentro del pelotón que fuera de él. Si dice que está limpio desde 1996, yo le creo. Debe ser un modelo para los jóvenes".
El mismísimo Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), había bendecido días atrás la continuidad en activo del corredor alemán Erik Zabel, confeso de haberse dopado con EPO en 1996, cuando militaba en el antiguo Telekom. Y ayer fue su equipo actual, el Milram, quien le dio su beneplácito para que siga en sus filas. De momento, hasta el final de la temporada. Pero, como su contrato no concluye hasta 2008, dejó abierta la puerta a la posibilidad de que lo cumpla en su totalidad.
Así que Zabel, el ciclista, a sus 36 años, con más carreras ganadas, 192, competirá desde hoy mismo con el Milram en la Vuelta a Baviera. Quien ganase seis veces (de 1996 a 2001) el premio a la regularidad en el Tour de Francia podrá seguir pedaleando para, según la idea de McQuaid, según su propia idea, dar ejemplo a las nuevas generaciones. No en vano al gran sprinter ya se le quebró la voz y se le saltaron las lágrimas cuando advirtió el día de su confesión: "Mi hijo practica el ciclismo. Cuando le veo, no quiero que llegue a encontrarse en una situación como la mía. Si deseo que practique un deporte limpio, no puedo seguir mintiendo más tiempo".
"Si se comprueba que obtuve beneficios en la competición por el dopaje, estoy dispuesto a soportar las consecuencias", añadió entonces Zabel. Pero no será necesario que lo haga. Según las reglas de la Agencia Mundial Antidopaje, cualquier positivo prescribe a los ochos años, por lo que no ha de enfrentarse a sanción alguna. Luz verde, pues, para él. Incluso es probable que forme parte de la selección de su país en los Campeonatos del Mundo de fondo, que se disputarán en Stuttgart. Precisamente, fue el subcampeón en la edición anterior, por detrás del italiano Paolo Bettini.
Mientras tanto, Patrice Clerc, presidente de la empresa organizadora del Tour, insistio en que el director español Manolo Saiz, vinculado al médico Eufemiano Fuentes en la Operación Puerto, está detrás de un sistema de dopaje de "una eficacia diabólica".
En una entrevista publicada por L'Equipe, Clerc sostiene que a los dirigentes "arquitectos" de la trama, como Saiz -"fue uno de sus pensadores y sigue siéndolo"-, hay que "ponerles en una situación en la que no puedan molestar".
También se refirió Clerc al director del equipo CSC, el ex ciclista danés Bjarne Riis, que igualmente ha confesado que se dopó con EPO en el Tour que ganó, el de 1996 -cortó la racha de cinco triunfos sucesivos de Miguel Indurain-: "Debe indicar las claves del dopaje para ayudar a avanzar contra él. De no hacerlo, no debería participar en el próximo. Me sorprendería que viniese como si no hubiera pasado nada".
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