Un 'freaky' en el Ayuntamiento

Que un partido siga su ideología es lo lógico. Pero si a esta ideología la definen como juantxismo y surge de un tal Juantxi, personaje habitual en las madrugadas etílicas de los bares de Reus, la cosa se aproxima al esperpento. Pues esto es lo que ofrece la Coordinadora Reusenca Independent (Cori). Es una formación antisistema en permanente estado de juerga que, en sus segundos comicios locales, ha obtenido 1.831 sufragios, recogiendo claramente el voto del descontento con el sistema, lo que ha supuesto que su cabeza de cartel, Ariel Santamaría, un cartero licenciado en Historia, logre un acta de concejal.

"Esto será muy divertido. Lo prometo". Así afrontaba ayer su llegada al consistorio Santamaría, cantante del grupo -en el entorno del cual ha cuajado esta peculiar formación- La Banda del Pere Mata, nombre del psiquiátrico de Reus.

La patrona de Reus es la Verge de la Misericòrdia, y en la ciudad, por ello, hay muchas mujeres que llevan este infrecuente nombre y a muchas de ellas se las suele llamar con la forma apocopada de Cori, el nombre que ha tomado la irreverente formación.

Su programa juantxista es una variante local del freakismo y parodia la política seria con propuestas como cambiar el nombre de la plaza de Prim -centro de la vida social y económica de Reus, dedicada al héroe por excelencia de la ciudad- por el de plaza del Plim, por una bebida de frutas original de Reus. Propondrán paralizar cuatro años las obras municipales o crear un consultorio psicológico para los afectados por las obras interminables.

La Cori estará en la oposición. "No queremos pactar con nadie. Somos un partido in-pactante", dijo ayer Santamaría, que anunció que, del mismo modo que durante la campaña y en sus conciertos suele vestirse de Elvis Presley, acudirá así disfrazado a los plenos del consistorio. "Queremos ser una especie de tachuela en el Ayuntamiento. Prefiero ir vestido así que como un empresario o un banquero, como van estos políticos tan alejados de la gente", manifestó ayer.

Sus propuestas no dejan a nadie indiferente y habitualmente van directas a la yugular del reusenquismo, un fuerte sentimiento de pertenencia a la ciudad muy arraigado. En su programa figura pintar de rosa el consistorio, como rosa es el color de la flor del emblema de la ciudad. Proponen instalar un detector de mentiras en el Ayuntamiento para ver quién no dice la verdad. Quieren permitir el cultivo doméstico y el uso lúdico o terapéutico de la marihuana. Además, proponen habilitar un espacio municipal como lugar donde quien quiera pueda mantener relaciones sexuales. Lo llaman follódromo en su programa.