"La expulsión es una injusticia"

El gaucho recibió el balón, encaró el área y, tras recibir dos puntadas de Belenguer, se revolvió tirado en el césped y le propinó una patada con la firma de la expulsión. Harto posiblemente de la dureza del Getafe, que apenas recibió castigo porque Pérez Burrull aplicó sistemáticamente la ley de la ventaja, el brasileño reaccionó de la peor forma posible y dejó a su equipo con diez. El árbitro no lo dudó y amonestó primero al defensa y mostró la roja al gaucho ante un Camp Nou rabioso y casi incendiado que no dejó de sacar pañuelos hasta que acabó la primera parte. Consciente de que, como mínimo, se perderá el derby por sanción, Ronaldinho se resistió desesperado a dejar el campo mientras enseñaba el puntapié al cuarto árbitro. Al final, Frank Rijkaard fue quien le acompañó a los vestuarios. La Liga está que arde.

"Necesitaría 10 o 20 copas para estar de acuerdo con él", replicó al técnico alemán

"El árbitro ha favorecido al equipo grande, como siempre", afirmó Bernd Schuster. El preparador alemán también se quejó del reparto de tarjetas del colegiado y de un penalti no señalado a Belenguer. "No pitarlo es una barbaridad, pero ante un grande... Ya estamos acostumbrados", aseguró.

Rijkaard tampoco se mordió la lengua. "Creo que ha visto otro partido, y sólo después de unas 10 o 20 copas podría estar de acuerdo con él", declaró.

El entrenador del Barça olvidó su habitual prudencia para hablar de los árbitros y lamentó que no se proteja al fútbol. "Ronaldinho estaba muy mal al dejar el campo. Llega un momento en que te derriban y estás enfadado. Es una lástima que por un error recibas una tarjeta y una expulsión. Casi sorprende", dijo mientras se iba encendiendo: "Nosotros no jugamos con mala leche. Muchas veces Ronaldiho, Eto'o y Messi reciben faltas desde atrás y quizás hay que actuar como los jugadores del Getafe, que al mínimo contacto se caen y piden la tarjeta. Messi y Ronie no lo hacen porque les gusta el fútbol y quieren seguir con la pelota. Te dan una, dos, tres veces, cuatro veces y siguen. ¡Y ellos, desde el primer minuto, soplando!".

El Camp Nou se olvidó de la pañolada de hace dos semanas, en el empate a última hora con el Betis. Al contrario, se fundió con el equipo y saludó el rondo final previo a la victoria con ¡olés! El estadio celebró el final como un título mientras Valdés alzaba los brazos en un gesto de rabia. El Barça se jugaba la Liga. El Getafe, poco, a la espera de la final de Copa con el Sevilla. E1 partido tuvo una extraordinaria sobrecarga eléctrica desde que Schuster lamentara que sus jugadores no hubieran derribado a Messi antes de marcar su gol planetario en la Copa. Pesó eso mucho más que el 4-0 en la Copa o que Ángel Torres, el presidente del Getafe, socio madridista, se fotografíara con el del Madrid en Las Ventas.

"Nuestro estilo no es la contundencia, sino crear y tocar, con jugadores que casi nunca hacen faltas pero siempre las reciben; en ese sentido, de vez en cuando tienes que protegerte", expuso Rijkaard. Pese a decir que hablaba en general y no por el partido de ayer, arremetió contra Schuster en varias ocasiones: "Lo que pasa es que un equipo quiere destrozar, otro crear y al final la ventaja es para el otro. Ellos tuvieron una vez en su vida suerte [el 4-0 en la vuelta de las semifinales de Copa] y jugando con 11 no han creado peligro, porque han querido salir al contraataque. Sólo al final, cuando estábamos cansados, lo han conseguido. Cuando el entrenador dice hay que dar patadas... ¡Bah! Me parece claro. Estábamos avisados porque ya dijo que había que frenarle [a Messi], darle hostias. Y Messi tiene que protegerse, se gira y sigue porque es futbolista y ama el futbol. Tampoco la vamos a tomar con Ronie: es un futbolista que llena estadios. Es casi una injusticia". El gaucho, triste, porque, según Belletti, no entiende aún lo que pasó, se fue sin hacer el menor comentario a los medios.

Schuster, entretanto, felicitó a sus jugadores y negó que se hubiesen mostrado especialmente duros con la Pulga. "Estáis exagerando con vuestro Messi", comentó a los periodistas, "en todos los equipos hay jugadores que reciben más faltas que otros, ¿es que no se puede tocar a Messi o qué?", se preguntó. "Claro que se me puede pegar, pero hay maneras y maneras; hubo muchas jugadas duras", replicó el menudo jugador argentino.