"Las mujeres están poco representadas en la dirección vecinal"

Nacho Murgui, madrileño de 35 años, es mediador vecinal y técnico en Urbanismo. Ayer fue designado presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), que agrupa a 240 entidades de la Comunidad, más de la mitad en la ciudad. Murgui sustituye al veterano Francisco Caño, que acaba de dimitir "por razones personales y de salud", dice. Semanas antes, Caño firmaba un acuerdo con el candidato del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre los cumplimientos a los que se comprometía con la federación vecinal. La firma en víspera electoral causó tensiones.

Pregunta. ¿Cómo interpreta la renuncia de Caño seis meses antes del fin de su mandato?

R. Por las razones que él dice.

P. ¿Y el acuerdo?

R. Es usual. Uno semejante se firmó el miércoles con Ángel Pérez, y otro se rubrica este viernes con Sebastián.

P. ¿Cuál es el estado de salud del movimiento vecinal?

R. Vive un momento de madurez con casi 200.000 afiliados, tras 35 años de reivindicaciones,

P. ¿Qué metas se ha fijado?

R. Emplear la movilización y la negociación para avanzar en la democracia participativa. Además, la defensa de los derechos ciudadanos y los servicios públicos, educación, sanidad y vivienda. También, fortalecer la independencia de la federación de instituciones y partidos.

P. A primeros de mayo, la FRAVM recibió más de 700.000 euros del Ayuntamiento de Madrid.

R. Sí. Procede del convenio para proveer de 21 mediadores vecinales a los barrios. De la Comunidad de Madrid recibe 300.000 euros anuales.

P. ¿Qué innovaciones se propone acometer?

R. Integrar las nuevas expresiones reivindicativas de las mujeres, que están poco o subrepresentadas en la dirección vecinal, aunque en la base juegan, como siempre, un papel decisivo. Quiero también dar expresión a la sensibilidad ecológica.

P. ¿Se siente más cerca de los partidos o de las instituciones?

R. Más cerca de los vecinos.

P. ¿Qué relación cabe entre el movimiento vecinal y el mundo inmobiliario?

R. El derecho a la vivienda choca con el negocio de la vivienda.