"Tenemos el espíritu europeo en la sangre"

El recuerdo de la final de Estambul de hace dos años permaneció toda la noche en la mente de los jugadores. Antes, durante y después del partido. El gol de Kuyt revivió viejos fantasmas, pero esta vez el Liverpool se quedó sin tiempo y el Milan ató su séptima corona en la Copa de Europa, broche de oro al mágico ciclo italiano: Mundial y Champions en menos de un año. Siete copas y cinco las ha levantado el capitán Paolo Maldini. A sus 38 años, y recién renovado por otra temporada, il bello subió los escalones del Estadio Olímpico de Atenas, estrechó la mano de su presidente, Silvio Berlusconi, recibió la medalla y el abrazo del presidente de la UEFA, Michel Platini, y alzó por quinta vez la orejuda, la primera en 1989. "Es la quinta, pero siempre es un momento bellísimo. Voy a jugar otra vez la Liga de Campeones y la Intercontinental", afirmó. También la Supercopa de Europa, que en agosto enfrentará al Milan contra el Sevilla. "Cerrar así una carrera es fantástico", dijo feliz Maldini.

La copa bailó de mano a mano hasta llegar a los musculosos brazos de Seedorf, otro viejo amigo de la Liga de Campeones. El holandés, de 31 años, ha sido campeón de Europa cuatro veces con tres equipos diferentes, el Ajax (1995), el Real Madrid (1998) y el Milan (2003 y 2007). "Estoy muy orgulloso de formar parte de este equipo", expresó. Berlusconi, eufórico, observaba la escena en el palco. Antes había pisado el césped del estadio, acompañado por dos guardaespaldas, para saludar con aire triunfal a los tifosi del Milan situados en una curva del campo. Il Cavaliere presume de cinco Copas de Europa, a sólo una de Santiago Bernabéu en el Madrid. "¡Somos el equipo más fuerte de los últimos 20 años! El Milan ha vencido por sí mismo y por Italia", afirmó. "Este Milan no muere nunca, tiene el espíritu europeo en la sangre. El título es el premio al trabajo de todo el equipo. Se ha construido en un momento de máxima dificultad", dijo Carlo Ancelotti, el entrenador milanista. El Milan comenzó el campeonato italiano con ocho puntos menos por el escándalo de la compra de partidos del Moggigate y ya es cuarto.

"Con esta derrota nos hemos vengado de Estambul. Aquella derrota pesaba mucho", recordó Berlusconi. Aquella derrota tras desperdiciar un 3-0 a favor hundió al Milan y encumbró a Benítez en su primer año en Anfield. El entrenador madrileño recorrió con sus jugadores el pasillo que los milanistas les ofrecieron para recoger la medalla de subcampeón. "Se encerraron muy atrás y hay que hacerlo todo muy bien para ganarles. Cuando cometes un error, lo pagas", dijo Benítez, contento con el arranque del partido. "Jugamos realmente bien la primera mitad, pero nos faltó ser más consistentes. Presionamos bien y empujamos al rival. En la segunda parte dejamos algunos espacios y ellos tienen calidad para marcar diferencias", añadió el entrenador español, crítico con el árbitro: "Añadió menos tiempo del que se perdió".

Los jugadores del Liverpool coincidieron en el primer gol de Inzaghi como clave de la derrota. "Nos hizo mucho daño. Habíamos controlado bien al Milan y especialmente a Kaká. Fue una desgracia", explicó Xabi Alonso. "La decepción es enorme, pero debemos seguir con la cabeza alta. Esto hay que superarlo", comentó Gerrard.