Trias confía en atraer a los indecisos y dar un vuelco a las encuestas desfavorables

El candidato de CiU, Xavier Trias, encara la recta final de la campaña con indisimulado optimismo aunque las encuestas le son desfavorables. Dos son las razones para tanta confianza. La primera, CiU superó en 63.000 votos al PSC en Barcelona en las autonómicas de noviembre. Segunda, la necesidad de un cambio al frente del Ayuntamiento de Barcelona que demandan la mayoría de ciudadanos en los sondeos. El candidato nacionalista se dedicará hasta el viernes a espolear a los indecisos y convencer al tradicional votante de CiU para que el domingo no se quede en casa.

Trias se ha pateado Barcelona en estos cuatro años en la oposición. "He picado piedra", suele decir, y en estos 15 días de campaña lo ha repetido. Ayer comentó que nunca como antes -y lleva más de 25 años en política- había advrtido tantos ciudadanos indecisos. Vaticina que el domingo la abstención puede alcanzar porcentajes considerables. El PSC está preocupado por esta desafección de las urnas. CiU también. Por ello, las direcciones y los candidatos de ambos partidos insisten en sus llamamientos a la participación.

El alcaldable nacionalista se esforzará en lo que resta de campaña para que los más de 200.000 barceloneses que confiaron en CiU en las autonómicas del pasado noviembre no pasen a engrosar la ingente bolsa abstencionista. Y, al tiempo, que los indecisos se inclinen por favorecer un cambio al frente del consistorio barcelonés. Sólo así, insiste Trias, puede empatar o vencer al socialista Jordi Hereu. "Las encuestas dicen que no ganaré, pero hay una cantidad elevadísima de indecisos, que es gente que ha decidido que no votará a los que siempre ha votado y estoy convencido de que en muchos casos nos votará a nosotros", pronosticó ayer en un acto en el Museo Marès para presentar su programa de cultura.

Horas antes, en el mirador del Migdia de Montjuïc, el alcaldable de CiU presentó otro de sus macroproyectos urbanísticos y que enlaza con su iniciativa de construir un barrio encima de tres muelles del puerto. El proyecto supone reurbanizar una zona de 125 hectáreas entre la montaña de Montjuïc, debajo del cementerio, hasta el río Llobregat; espacios que ahora están ocupados por industrias -la Zona Franca-, infraestructuras ferroviarias, oficinas y alguna que otra vivienda.

El plan Montjuïc-Llobregat pretende trabar urbanísticamente el término municipal de Barcelona con los de El Prat y L'Hospitalet de Llobregat. En esta línea fronteriza, estas dos ciudades apuestan por una gran transformación urbana con la ciudad aeroportuaria, el parque agrario y la reserva natural en El Prat, o la plaza de Europa, Fira 2 y la Ciudad Judicial en L'Hospitalet.

En cambio, en Barcelona, la "Zona Franca", aseguró, "se ha convertido en el cuarto trastero de la ciudad", denunció Trias. La transformación de esta zona significaría "recuperar la trama urbana hasta el río", potenciar el tejido industrial, ampliar Mercabarna y generar "más suelo para vivienda". El candidato también propuso ampliar la Ronda Litoral en un tercer carril y un cuarto segregado para mercancías.

A mediodía, en el Museo Marès, el candidato prometió fortalecer Barcelona como capital cultural convirtiendo la ciudad en una plataforma de proyección para creadores y construir el denominado Espai CAT en el actual edificio del Banco de España en la plaza de Catalunya.