La Liga denuncia a los árbitros ante Competición por boicotear las actas

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) denunció ayer ante el Comité de Competición el hecho de que los árbitros de Primera y Segunda hayan decidido protestar contra el rearbitraje de sus decisiones en los despachos usando las expresiones "por conducta antideportiva" y "desaprobar con palabras" como explicación a las más de 100 tarjetas amarillas que han mostrado en las dos últimas jornadas. La LFP quiere que el Comité analice si esa decisión, que impide estimar el tipo de sanción, puede castigarse.

La Liga entiende que la incorrecta redacción de las actas "oculta información vital" e "impide que Competición pueda aplicar las correspondientes sanciones". Así, la LFP considera que esto está ya estipulado en el artículo 126 de los estatutos federativos: "El árbitro que, con notoria falta de diligencia, redacte las actas describiendo las incidencias de manera equívoca [...] será sancionado de dos a cuatro meses". El artículo 126 agrega que, "si interviene malicia [...], será sancionado con suspensión de 3 a 12 meses".

Los árbitros anunciaron ayer que mantendrán su postura hasta que haya un compromiso para que lo reflejado en las actas sea "lo que tiene validez". Además, consideran que Competición sí puede sancionar con sus explicaciones.

Los colegiados de Primera y Segunda División -48 en total- acordaron cambiar la forma de redactar las actas de los partidos en una reunión celebrada el pasado 11 de mayo en Las Rozas (Madrid). Su objetivo era protestar por la actuación de los comités disciplinarios que, en ocasiones, revisaban sus actuaciones durante los partidos hasta dejarlas sin validez.

Decisiones molestas

Entre las decisiones que más habían molestado a los colegiados está la retirada de una tarjeta roja mostrada al jugador del Atlético de Madrid Peter Luccin en el partido contra el Mallorca el mes pasado. Según el acta firmada por el árbitro del encuentro, el medio del Atlético le insultó en varias ocasiones, pero el comité que revisó la actuación del colegiado consideró que lo que había hecho el jugador se acercaba más a una desconsideración que a un insulto, lo que suponía una rebajaba automática de la sanción. La retirada de una tarjeta amarilla al madridista David Beckham por perder tiempo en San Mamés también causó indignación entre los colegiados.

La solución a este conflicto que dura ya dos jornadas parece todavía lejana, a pesar de que ayer se produjo un primer contacto entre los representantes de la LFP y los de la Federación Española de Fútbol, de la que dependen los árbitros.

Fuentes del colectivo arbitral comentaron ayer a la agencia Efe que ahora "lo razonable es dialogar y alcanzar un acuerdo de compromiso para que lo que ponga en el acta arbitral sea lo que vale y que sólo se recurra al vídeo en casos de error manifiesto" del colegiado.