Aduriz no puede con todos
El Athletic se complica la existencia ante el Zaragoza pese a los tres goles del punta
Al Zaragoza le alcanzó con las diagonales de sus volantes y los desmarques de los delanteros para desdibujar al Athletic, que tiró de Aduriz hasta donde pudo, hasta donde llegó su hat-trick. Se aferra con las dos manos el Zaragoza a la UEFA al tiempo que el Athletic se complica en exceso la vida en su lucha por eludir el descenso.
Padece el Zaragoza de un mal de difícil remedio. Cuando el equipo contrario pone a cinco hombres en la medular y crea superioridad numérica en el eje, el equipo blanquillo se atasca sobremanera. Así lo hizo el Athletic y así palideció de inicio el Zaragoza, que toca y toca con pases horizontales pero se sonroja cuando debe conectar la media con la delantera. Entre otras cosas, porque Zapater y Movilla son dos futbolistas que barren tan bien en las posiciones retrasadas como se ofuscan en la zona de tres cuartos. Y sin un enganche, con D'Alessandro y Aimar pegados al costado, el balón se pierde sin remisión. Durante unos minutos, lo aprovechó el Athletic. Pero cuando los volantes se desentienden de sus obligaciones en las alas, puede ocurrir de todo: el Zaragoza se convierte en un rodillo de difícil detención o en un equipo sumiso y destartalado. Anoche, ocurrió de todo un poco.
ZARAGOZA 4 - ATHLETIC 3
Zaragoza: César; Diogo, Sergio, Gaby Milito, Juanfran; D'Alessandro (Lafita, m. 71), Movilla, Zapater, Aimar (Celades, m. 90); Sergio García (Longás, m. 80) y Diego Milito. No utilizados: Miguel; Óscar, Chus Herrero y Ewerthon.
Athletic: Aranzubia; Expósito, Sarriegui, Prieto, Amorebieta (Javi González, m. 46); Iraola, Murillo, Javi Martínez (Etxeberria, m. 57), Yeste, Gabilondo (Llorente, m. 82); y Aduriz. No utilizados: Lafuente; Ustaritz, Zubiaurre y Urzaiz.
Goles: 1-0. M. 15. Zapater asiste a la carrera de Diego Milito, que define por alto. 2-0. M. 18. Diogo conecta un disparo raso y cruzado desde el vértice del área grande. 2-1. M. 35. Aduriz, en el área chica. 3-1. M. 36. Aimar pasa al hueco a Sergio García, que bate a Aranzubia. 4-1. M. 45. Gol en propia puerta de Aduriz. 4-2. M. 73. Aduriz, de penalti. 4-3. M. 77. Aduriz remata de cabeza en el interior del área.
Árbitro: Pino Zamorano. Mostró la cartulina amarilla a César, Aimar, Sergio y Expósito.
Unos 25.000 espectadores en la Romareda.
Con Yeste como director de orquesta, con la batuta en su prodigiosa zurda, el Athletic gobernó el centro del campo con suficiencia en los primeros compases. Balón robado en la medular y rápido contragolpe. Fue un juego directo y sin apenas transiciones. Pero se atascó en los metros finales. Cuando se recompuso el Zaragoza, cuando Aimar y D'Alessandro se desapegaron a las bandas, cambió la historia.
Cansados de no participar en el juego, los dos argentinos dieron prioridad al ataque sobre sus labores defensivas. Una variante arriesgada que resultó de rechupete. No cubrieron su banda a la vez que dieron un paso hacia el interior para juntar las líneas y entenderse con los puntas. Zapater rebanaba el cuero y, rápido, se lo dejaba a los interiores, que ya iniciaban sus carreras en diagonal. Si a eso se le suma que anoche llovió a mares y que, por consiguiente, el balón rodaba eléctrico, los medios se relamieron ante las caídas a las bandas de los arietes, especialistas en esos movimientos. Así llegaron los goles. D'Alessandro se la puso a la carrera de Diego Milito, que resolvió por alto. Se desmarcaron los extremos y Diogo, que se harta de subir por el costado, aprovechó la asistencia de Sergio García. Y Aimar se la puso al hueco a Sergio García, que resolvió con maestría. Pero Aduriz, que se metió un gol en propia puerta, respondió con bravura. Le endosó un hat-trick y espoleó al equipo hasta el último resuello. Fue tarde. El Zaragoza azotó al Athletic que, pese a Aduriz, se ahogó en la Romareda.
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