Acto de hermandad
Manuel Chaves arropa a su hermano Fernando, candidato en Arahal
El mitin de Manuel Chaves ayer en el Arahal fue harto familiar. El presidente de la Junta acudió a arropar a su hermano Fernando, neófito en la política a sus 53 años, en la carrera a la alcaldía, e hizo el papel de gancho del preceptivo paseíllo electoral de apretones de manos y besos a los niños bajo un sol que derretía los adoquines. Pero no sólo estuvo él, fueron también seis de los nueve hermanos de clan Chaves (faltó Rosa, la única mujer), Antonia Iborra, esposa del presidente de la Junta, y el resto de las parejas de cada uno de los miembros de la familia. Se atrincheraron en una cafetería de la plaza donde se celebró el evento para hacer de hinchada incondicional, más entusiasta aún que los siempre sacrificados militantes que sirven de decorado, agitan banderitas y se colocan pañuelos sin protestar.
"Estamos todos, Manolo tiene su propio clac y no le hace falta"
La ocasión lo merecía: Fernando Chaves, biólogo y profesor de su especialidad del I. E. S. Al Ándalus, además de director del centro, se lanza a la carrera política pasado el medio siglo, tras una vida apacible y anónima, los últimos 20 años en esta localidad de la campiña sevillana de 18.655 habitantes. Él mismo, en la carta de presentación de su candidatura en una improvisada página web, se formula y responde a la pregunta que salta enseguida: "¿Cómo te presentas a la alcaldía con lo tranquilo y lo bien que vives ahora? ¿Qué necesidad tienes de meterte en estos follones? Pues, bien la respuesta es simple, creo que puedo ayudar a los ciudadanos de Arahal". Con unas palabras parecidas le presentó su hermano Manuel: "Me alegro mucho de que un hermano mío sea candidato de Arahal, tiene su vida aquí, sus hijos han nacido en el pueblo y lo hará muy bien".
Durante el recorrido por el pueblo, un Chaves (el presidente) emocionado decía entre abrazo y abrazo que nunca un hermano suyo se había dedicado a la política, "siempre me han dejado abandonado y ahora estoy encantado". La visita del hermano de Fernando tuvo el efecto deseado. Una patrulla de curiosos y adeptos siguieron su rastro por el pueblo, aunque el marcaje no llegó a ser tan tenaz como el de la furgoneta electoral del partido rival, el PSIA (Partido Socialista Independiente de Arahal), una escisión del PSOE local, fuente de la mayoría de los padecimientos del alcalde actual, el socialista Manuel Manaute, al que releva el número seis de los hermanos Chaves, no sin cierta resistencia, según cuentan los cronistas locales. El acecho del coche del PSIA -con la megafonía de la máxima potencia- a la caravana de los Chaves fue tal, que un grupo de militantes que hacían de escoba se colocaron delante a paso lento para alejar la voz metálica que pregonaba el "engaño de los que se dicen socialistas y no lo son".
Y es que la composición del Ayuntamiento de Arahal es toda una sopa de letras: gobierna el PSOE (6 ediles) con el apoyo de Independientes de Arahal (2 ediles), que esta vez no se presentan. También estuvo en el equipo el único concejal del PP, que a mitad del mandato se pasó al bando de enfrente, que integran IU (5 ediles) y el temido PSIA (3 ediles).
La voz de Fernando Chaves (primer mitin) es muy parecida a la de su hermano. Lo mismo que su discurso, aunque él habló únicamente del pueblo, en su discurso se abrieron lagunas propias de un orador bisoño que borraron los gritos de apoyo de sus hermanos. "Estamos todos, Manolo tiene su propio clac y no le hace falta", dijo el mayor de la familia. Hoy se volverán reunir para la boda de otro de ellos.
Además de la complicada sopa de letra de su corporación, en Arahal también se dan curiosas coincidencias: hay un Chaves que no es el presidente, y una Concha Caballero que no es la portavoz parlamentaria de IU, es la candidata del PP, y no son primas ni nada.
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