Saura reclama pactos de izquierda para aislar "aún más" a CiU
"Mas ha enseñado la patita 'lepenista", asegura el líder de EUiA, Jordi Miralles
El presidente de ICV, Joan Saura, se mostró ayer convencido de que CiU quedará "aún más aislada" tras las elecciones del 27 de mayo. ICV-EUiA celebró ayer el acto central de campaña en el Auditori de Barcelona. Frente a unas 800 personas, buena parte alcaldables de la coalición, Saura pidió a los candidatos rojiverdes que lleven a cabo una política de alianzas de la que surjan más ayuntamientos de izquierdas. Imma Mayol denunció que el PP se limita a "levantar las bajas pasiones".
"A la derecha le queda muy poca cosa: Tarragona, Sant Cugat, Vic, alguna diputación...", enumeró. Saura quería dejar claro que no considera ni por asomo posibles alianzas ni con CiU ni con el PP: "Tenemos alternativas. La nuestra no es una coalición que pueda convivir con los valores de la derecha, sino que los confronta". Y reiteró, por si no había quedado claro: "No queremos saber nada de la derecha".
El líder ecosocialista se mostró convencido de que ICV-EUiA será la tercera fuerza política. Consideró que la renovación que ha llevado a cabo la coalición ha conducido al proyecto "más moderno de izquierdas" en España y Europa.
La candidata por Barcelona, Imma Mayol, tildó de "extraña y espesa" la campaña electoral de estas municipales en España, debido al objetivo del PP de "levantar las bajas pasiones" utilizando el terrorismo como argumento. A su juicio, algo similar está ocurriendo en Cataluña. "CiU está más preocupada por el futuro político de Artur Mas que por el futuro de la ciudad". Para Mayol, "sólo esto explica las salidas de tono de Mas", en referencia a sus afirmaciones sobre cómo gestionar la inmigración.
La candidata también tuvo palabras de desaprobación para su rival en la contienda en Barcelona, Xavier Trias. "Es una locura emplazar a los jóvenes en un rincón de la ciudad", dijo, mediante la construcción de 10.000 viviendas en el puerto, como propuesto el candidato nacionalista.
El coordinador general de EUiA, Jordi Miralles, fue el único que pidió explícitamente el voto. "No sólo porque ganar a la derecha nos pone políticamente", sino también por el triunfo de las políticas sostenibles que propugna la coalición. Miralles no tuvo reparos en criticar las posturas de Mas respecto a la inmigración: "Ha enseñado la patita lepenista", sentenció.
Contra los años pujolistas
Más allá del terrorismo y la inmigración, Miralles defendió las propuestas de vivienda social, en ocupación de calidad, y reclamó a la patronal que no ponga mala cara al ver un anuncio cuando no cumple la ley de seguridad laboral.
Mayol cargó contra los 23 años de CiU en el Gobierno de la Generalitat, dando la espalda a las administraciones locales. "En Barcelona construyeron 10 residencias en 10 años. Ahora, en cuatro años habremos creado 51 equipamientos", afirmó.
La alcaldable de ICV-EUiA, reiteró que Barcelona necesita una alcaldesa: "Quiero acabar con la hegemonía de hombres que hay en el Ayuntamiento", dijo.
Previamente, por la mañana, Mayol lanzó la propuesta del sexto día de campaña: reorganizar los horarios de la ciudad para que entren en consonancia con las necesidades de las personas que la habitan.
La falta de adecuación horaria entre la jornada laboral, el funcionamiento de los servicios públicos y las obligaciones domésticas hace que los barceloneses vivan instalados en "cierta esquizofrenia", según Mayol. Calificó de incongruencia que los comercios cierren cuando las personas salen del trabajo y ofreció como receta los llamados "pactos locales del tiempo". La fórmula pasa por lograr que unos comerciantes abran desde primera hora de la mañana hasta el mediodía, mientras que otros lo hagan desde el mediodía hasta la noche. Pero nunca a través de la imposición, se apresuró a resaltar Mayol. La candidata se mostró a favor del diálogo individualizado, barrio por barrio, para pactar los nuevos horarios.
La coalición rojiverde basa su propuesta en experiencias similares que se llevan a cabo en Milán y Luxemburgo. La candidata apostó por la autogestión del tiempo laboral en la Administración pública y de jornadas más cortas distribuidas en más días.
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