CiU condicionará su entrada en el Gobierno a un pacto sobre el AVE
Los nacionalistas rechazan que el túnel del tren pase junto a la Sagrada Familia
Josep Antoni Duran Lleida ya se ve con un pie en el Gobierno central. El líder democristiano se comprometió ayer a incluir la totalidad de las demandas del alcaldable por Barcelona, Xavier Trias, en un eventual pacto con el Gobierno central. Duran pensaba en la mañana siguiente de las elecciones generales, previstas para 2008, y en una Convergència i Unió (CiU) imprescindible para configurar una mayoría parlamentaria en el Congreso. Entre estas condiciones figura que el tren de alta velocidad (AVE) evite la Sagrada Familia y se desvíe por el Vallès.
Trias y Duran eligieron ayer un elocuente escenario para desgranar sus propuestas en materia de infraestructuras: el templo de la Sagrada Familia. Allí, al principio de la avenida de Gaudí, los dos dirigentes de CiU congregaron, además de a los periodistas, a un centenar de vecinos del barrio, que acogieron con evidente entusiamo las palabras del candidato convergente. La promesa que encontró mayor adhesión fue la negativa de Trias a que el túnel del AVE atraviese la calle de Mallorca, junto al templo de Gaudí, para conectar las estaciones de Sants y la Sagrera.
"La manera más rápida y mejor para llegar a Francia en 2009 es que [el AVE] pase por el Vallès. Nuestra apuesta es que ahora este tren no debe atravesar la ciudad de Barcelona. Si un día decidimos que la atraviese, el actual trazado es equivocado, es tirar el dinero", manifestó Trias.
Los nacionalistas siempre han mantenido que la mejor conexión con Francia es la construcción de un ramal por la comarca del Vallès, pero aceptaron el paso por el centro de Barcelona como solución de consenso entre todos los partidos y administraciones. Una vez de acuerdo en eso, la solución de CiU era la calle de Provença para construir una gran estancia a la altura de paseo de Gràcia. Si en el futuro se recupera el proyecto de esta parada, Trias apuesta por que el túnel atraviese la calle de Aragó o bien por la Diagonal a través de Josep Tarradellas.
Construir el túnel por Mallorca supone, ssegún Trias, un derroche de dinero y riesgos innecesarios además de un "calvario" para los vecinos "que verán cada día un trasiego constante de camiones llenos de hormigón".
En caso de ser elegido alcalde, el candidato nacionalista se comprometió ayer a ejercer su autoridad e imponer su criterio al Ministerio de Fomento. "Lo primero que haré es plantarme en Madrid para discutir por dónde debe pasar el tren", anunció. Un gesto de autoridad que, en su opinión, debe presidir toda actuación de un alcalde de Barcelona y que contrasta, denunció, con la sumisión ante el Gobierno central que mantiene Jordi Hereu.
Pero Trias se ha curtido en la Administración y es consciente de que convencer al Gobierno central requiere algo más que sentarse a negociar en torno a una mesa y grandes dosis de paciencia. Para afrontar este reto, Trias encontró ayer la complicidad de Josep Antoni Duran Lleida. El líder de Unió aseguró que CiU condicionará su entrada en el Gobierno o un pacto de legislatura en Madrid a la aceptación de los compromisos municipales del candidato convergente.
Los socialistas vieron en las manifestaciones de Duran y Trias la voluntad del primero de obtener un ministerio en Madrid con el PP y en la negativa del segundo que el AVE llegue a Barcelona.
Duran matiza en una calculada ausencia de Mas
Artur Mas desapareció ayer de la campaña electoral. El líder de Convergència i Unió (CiU) debía atender compromisos familiares, según comentaron sus asesores. Pero lo cierto es que a la federación nacionalista le fue como anillo al dedo que su jefe estuviera un día alejado de los micrófonos. CiU debía reconducir la polémica por las declaraciones de Mas acusando al tripartito de convertir Cataluña en un foco de reclutamiento de terroristas islámicos.
El lunes, en la reunión del comité de campaña de CiU, los democristianos censuraron estas palabras que, en su opinión, sólo sirvieron para extender la alarma entre la ciudadanía. Los convergentes las defendieron porque CiU había "recuperado el protagonismo" en esta campaña. Al final, pactaron que tanto Mas como Duran las matizarían.
Minutos después, Artur Mas admitió que se había equivocado al hablar de Cataluña como campo de "entrenamiento" y no de "reclutamiento" de yihadistas. Por la noche, en un mitin electoral, el democristiano Josep Antoni Duran Lleida manifestó: "Como en cualquier otra parte del mundo tenemos el riesgo del terrorismo islamista, pero no hay nada en Cataluña que nos haga pensar que esto tenga que pasar. Por tanto, no hemos de alarmar a la gente".
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