Quintana pide alcaldes del BNG que eviten el boicot a la Xunta
Anxo Quintana se pasea por Galicia como un vicepresidente triunfante. Asegura que a su paso por los ayuntamientos recibe palmadas en la espalda por la "labor" del BNG en la Xunta. Son "agradecimientos innecesarios que recibimos con el corazón", proclamó desde uno de los estrados que pisó ayer en la provincia de Pontevedra.
Con este ejercicio de autoafirmación inició el portavoz nacional del Bloque el asalto electoral a la Diputación pontevedresa, un gobierno que lleva toda la vida en manos del PP y que ahora los nacionalistas pueden arrebatarle a la derecha gracias a un par de escaños que bailan en las encuestas.
Por eso Quintana endureció ayer sus ataques al partido de Núñez Feijóo, al que acusó de tener a sus órdenes un batallón de alcaldes con "furor boicoteador" contra el bipartito. El vicepresidente de la Xunta pidió el voto en Porriño y Vilagarcía para ser "más efectivo" en San Caetano y evitar que el PP bloquee la transformación del país. A los vecinos les prometió que desde su cargo en la Xunta les creará más plazas en residencias de ancianos y galescolas.
El líder nacionalista denunció un "boicot" del PP contra las brigadas contraincendios y contra la red pública de servicios sociales. "No saben hacer oposición porque llevan mucho tiempo en el machito", ironizó Quintana, "pero los tendremos muchos años ahí para que vayan aprendiendo".
Críticas a los socialistas
El portavoz del Bloque cargó también contra "algún" alcalde socialista y afirmó que sólo los gobiernos locales nacionalistas aplican las nuevas normas urbanísticas del bipartito "en favor de la gente". El resto, subraya, están más preocupados por idear argucias para "sortearlas". Dice que sus ediles están "encantados" con la medida de la Xunta que les obliga a dedicar un 40% de toda nueva urbanización a pisos de protección oficial. "Alcaldes de otros partidos lo consideran peligroso", añadió, "y están preocupados por ver cómo sortean la ley". El BNG se compromete a cambiar las normas urbanísticas de los ayuntamientos que gobierne ya desde su primer año de mandato, con el fin de introducir las restricciones a las viviendas de precio libre impulsadas por el bipartito.
Y por si en la plaza del Concello donde se celebró el mitin de Porriño había algún promotor, Quintana le dirigió un argumento tranquilizador. "No es cierto que cuando hablamos de protección de patrimonio y medioambiente frenemos la construcción. Al contrario, es cuando más se puede construir, pero ordenada y racionalmente".
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