Los sindicatos exigen excluir del naval a las empresas con más del 55% de precarios
Las centrales planean extender a la huelga la próxima semana a todo el sector del metal
La tasa de precariedad en la Unión Europea está en el 13%. En Galicia es del 36%. En el sector naval de la Ría de Vigo alcanza el 58%. "No estamos peor que los trabajadores de las cafeterías o de las tiendas, pero tenemos la suerte de actuar en bloque. Y nunca nos arrugamos", explicó ayer Antolín Alcántara (CIG) a la asamblea de huelguistas. Sindicatos y patronal acababan de romper las negociaciones, que se reanudaron a última hora de la tarde sin lograr ningún avance sustancial. De madrugada, un artefacto explosivo había roto el tejado de la patronal.
La reivindicación del comité de huelga (CIG, CC.OO., UGT y CIG) del sector naval de Vigo no varió ayer un ápice: que el 45% de los 5.000 obreros tengan un contrato fijo ya. Durante la negociación, los sindicatos aceptaron conceder un plazo de 15 días para que cada empresa acredite que cumple el convenio colectivo y otros 15 días para que, en caso de que no sea así, lo cumpla o deje de trabajar para los astilleros gallegos. Al otro lado de la mesa, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) pidió tres meses más de plazo, y asegura que el 42% de los empleados de las 180 empresas afectadas son fijos.
La séptima jornada de huelga amaneció con la noticia de que un artefacto explosivo estalló de madrugada en la sede social de la patronal Asime, provocando la rotura de una parte del tejado. Por la mañana, los huelguistas tomaron durante una hora la estación de Renfe, provocando retrasos en los trenes de más de una hora.
Ante este escenario, se rompió la negociación. A última hora de la tarde, la mediación del delegado de Traballo, Pedro Borrajo, logró sentarlos de nuevo a la mesa, un nuevo intento que resultó infructuoso. Hoy se reanudará el diálogo, y si no hay acuerdo, los huelguistas anuncian que volverán el lunes a tomar las calles de Vigo y pedirán una huelga solidaria del resto de las empresas metalúrgicas (18.000 empleados más). La principal empresa del sector, PSA Peugeot Citroën, permaneció ayer, como el resto de la semana, custodiada por la policía.
Por la mañana, cuando las negociaciones parecían rotas, patronal y sindicatos intercambiaron duras acusaciones. "Hay una minoría radical que quema contenedores, ocupa instituciones y ahora comete atentados", afirmó José María Hidalgo, presidente de Asime, quien calificó de "kale borroka" la actitud de algunos huelguistas. "El mayor pirata es el presidente de la patronal", declaró Manuel Caamaño (CUT). "La única responsable de lo que pasa es Asime. Hay trabajadores que llevan 15 años en la misma empresa con contratos eventuales", dijo Ramón Sarmiento (CC.OO).
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