Bojan lanza a España a la gran final

La selección española pasó a la final del Campeonato de Europa Sub 17 tras derrotar en la tanda de penaltis (6-7) a la anfitriona Bélgica, en un partido que acabó con empate a uno y que confirmó al delantero del Barcelona Bojan Krkic, que marcó el gol de España, como una gran promesa del fútbol español. La suerte desde el punto de penalti estuvo del lado de los pupilos de Juan Santisteban, que pese a fallar el primer lanzamiento, se llevaron la victoria con una parada del portero del Atlético de Madrid David de Egea. En la final España se medirá a Inglaterra, que ganó 1-0 a Francia. La primera semifinal tuvo dos grandes protagonistas, el español Bojan Krkic y el belga Hazard, que lideraron a sus respectivos equipos y dieron toda una lección de fútbol y de madurez. Además, fueron los goleadores del partido.

Desde el primer momento se vio que España era la que buscaba atacar y Bélgica la que quería defender, ya que el técnico Bob Browaeys dispuso un sistema 4-5-1 para frenar el juego de los centrocampistas españoles Fran Mérida, Ignacio Camacho y Ximo. España jugó con más empuje y decisión en la segunda parte. Sin embargo, la selección sufrió un varapalo con la expulsión Pichu Atienza (Atlético), por doble amarilla, pero eso no supuso que España cambiara su forma de jugar. Lejos de eso, la selección se fue al ataque liderada por Fran Mérida (Arsenal), que había pasado inadvertido en el primer tiempo, pero que despertó tras retrasar su posición.

Como suele suceder en estos casos, el que perdona lo paga y así ocurrió, ya que en la siguiente jugada una triangulación entre De Pauw y Hazard, en la única oportunidad clara de Bélgica, acabó con el balón en el fondo de la portería española. El gol belga no minó la moral de los de Santisteban, sino todo lo contrario. Fue en ese momento cuando Bojan se echó el equipo a la espalda en busca del empate y lo encontró. Antes, el jugador de origen serbio había lanzado un balón al poste con un disparo desde fuera del área tras una gran jugada personal.

Pero fue a falta de nueve minutos, cuando el azulgrana volvió a lanzar un zambombazo, otra vez desde lejos, que entró como un misil en la portería de Coppens y enviaba el partido hacia la prórroga. Todo igual en el tiempo de prolongación hasta que los penaltis sonrieron a España.