New Zealand elige al barco español como rival en semifinales

El duelo final entre los dos grandes favoritos, Oracle y New Zealand, se dirimió a favor de los neozelandeses, que serán quienes se enfrenten a partir del lunes al Desafío en las semifinales de la Copa Louis Vuitton. El otro emparejamiento medirá al Oracle contra el Luna Rossa. Los primeros que ganen cinco regatas de una serie de nueve disputarán la final.

El gran duelo en la cumbre fue cuestión de minutos. Los norteamericanos de Oracle salieron mejor que New Zealand y encabezaban el primer largo con relativa holgura; pero New Zealand algo vio en el mar, algo vio en el aire que los otros no vieron, cambió de rumbo, pilló un pasillo de viento y, en su aparente loco destino, se convirtieron en líderes con cerca de 200 metros en la primera baliza y casi un minuto de ventaja sobre Oracle. Alguno de sus tripulantes no durmió caliente anoche. Todos los números apuntan hacia el táctico Brady. El error, o el olfato de sus oponentes, dejó vista para sentencia una regata que se adivinaba apasionante y que duró sólo uno de los cuatro largos. A partir de entonces, New Zealand alargó su ventaja sin arriesgar y Oracle guardó fuerzas. Un contratiempo inesperado, ya que el caramelo, el Desafío, se lo comerá New Zealand.

La noche anterior fue larga para los españoles, y la resaca se notó ante el Luna Rossa, con quien perdió sin casi lucha. Ahora el gran reto del Desafío es plantar batalla a quien sea, aun sabiendo de sus nulas posibilidades de pasar una eliminatoria al mejor de nueve regatas. El Desafío puede ganar alguna, pero cinco es imposible. "Repetir lo que hemos logrado será muy difícil", aseguró ayer el jefe del sindicato, Agustín Zulueta. "La clasificación ha sido el fruto de tres años de trabajo", añadió. Los puntos en las regatas previas impulsaron al Desafío y al New Zealand al selecto grupo de los mejores.