La "discreta" campaña de los zaplanistas
Una campaña de perfil bajo y esfuerzos los justos. Esto es lo que el PP hará en la provincia de Alicante, intentar que los suyos voten por inercia y, de paso, desmovilizar a la izquierda. Los populares sólo harán tres actos estrella en esta campaña electoral en la provincia de Alicante.
El primero de ellos será el viernes en Orihuela, tradicional feudo del PP, y rodeados de regantes y de agricultores que volverán a exigir agua para todos y trasvases. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su homólogo murciano, Ramón Luis Valcárcel, participarán en este primer acto. La visita del presidente nacional del PP Mariano Rajoy a Alicante no ha estado exenta de dificultades y contratiempos. Primero se anunció que vendría para abrir la campaña el mismo viernes y que celebraría una multitudinaria comida en Alicante, pero tras la criba de los zaplanistas en la confección de las listas, los populares han optado por la discreción. Rajoy, junto al candidato a la alcaldía, Luis Díaz Alperi, acudirá al Teatro Principal para dar un mitin, de camino al acto, por la noche, en Murcia.
Pero donde los populares de Alicante se volcarán con mayor entusiasmo será en Altea, el próximo sábado, día 19. Allí, confían en que Eduardo Zaplana, ex presidente de la Generalitat intervenga para dar ánimos a los candidatos. En Altea fue donde el presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, fue elegido con el 83% de los votos, y cuando se apeló a la unidad de zaplanistas y campistas. La pugna en la confección de las listas del PP ha "desconcertado" a la militancia del PP, cuyos dirigentes confían en que al final acudirá unida a votarles.
La presencia de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, en Altea, feudo zaplanista, causó malestar entre la dirección regional del PP. Según algunos dirigentes en Alicante, Aguirre, que estaba en la comarca por motivos familiares, llamó a Camps para ofrecerse y colaborar con el PP si había algún acto de partido ese día, y el presidente regional le dijo que no había nada. Sin embargo, esa noche se proclamaba en Altea a Miguel Ortiz como candidato a la alcaldía, y el presidente provincial del PP, Ripoll, invitó a Aguirre al acto.
