El Getafe se deshace del Betis en un ratito
El Betis sigue sin saber cómo quitarse de encima la amenaza de irse a Segunda. Ayer sumó su octavo partido sin ganar y lo hizo de manera bastante triste. El Getafe se llevó el triunfo en el último partido del exilio verdiblanco en La Cartuja con demasiada facilidad. Y eso que se decía que tenía la cabeza en otro lado.
Precisamente, el devenir del encuentro dependió en gran medida de las cabezas de sus entrenadores. Luis Fernández llevaba toda la semana protestando por el espionaje de los periodistas en los entrenamientos por de las pistas que podían leer o escuchar los contrincantes antes de enfrentarse al Betis. Quizá fuera por eso por lo que decidió sacar un equipo sin delantero, con toda la banda izquierda para un canterano; un central de lateral y un grumo de centrocampistas. Cualquier día, en vez de una alineación, le sale la receta de la tortilla de patata. Por su parte, Bernd Schuster puso un jugador en cada puesto y se bastaron para solventar el duelo en media hora.
BETIS 0 - GETAFE 2
Betis: Contreras; Melli (Odonkor, m. 46), Juanito, Rivas, Isidoro; Miguel Ángel, Assunção, Rivera (Juande, m. 46), Capi (Fernando, m. 57); Sobis y Edu. No utilizados: Doblas; Ilic, Robert y Caffa.
Getafe: Abbondanzieri; Cortés, Belenguer, Alexis, Licht (Tena, m. 64); Mario Cotelo, Celestini, Casquero, Nacho (Verpakovskis, m. 86); Manu del Moral y Güiza (Vivar Dorado, m. 70). No utilizados: Luis; Redondo, Albín y Alberto.
Goles: 0-1. M. 16. Güiza remata un contraataque. 0-2. M. 33. Casquero, con una vaselina.
Árbitro: Pino Zamorano. Amonestó a Isidoro, Alexis, Licht, Nacho y Assunção
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Unos 35.000 espectadores en La Cartuja.
Desde el principio, el Getafe se quedó con el partido. Los defensas recuperaban los balones con facilidad ante la falta de penetración por la banda y de un ariete que intimidara y los centrocampistas encontraron desahogo en las bandas para solucionar la tímida presión de los béticos. A su vez, Güiza, mientras le duró el fuelle, se bastó por sí solo para volver locos a los defensas verdiblancos.
En un contraataque de libro, el balón cayó desde la banda al primer palo de la portería de Contreras y ahí estaba Güiza para marcar. El propio Güiza estuvo a punto de atinar también con un soberbio disparo desde fuera del área que forzó a Contreras a volar para despejarlo. Lo que no pudo parar el guardameta bético, ni probablemente nadie, fue el elegante gol de Casquero, que, con un toque dulcísimo, hizo viajar a la pelota con una trayectoria de arriba abajo para entrar lamiendo el larguero.
Fernández cambió todo lo que le deja el reglamento antes de cumplirse el primer cuarto de hora de la segunda mitad. Odonkor trajo las buenas noticias para los verdiblancos y consiguió animar a los espectadores y los compañeros, además de colgar tres tarjetas a sus marcadores. El Getafe se puso el caparazón y aguantó hasta el final. Tras el partido, Fernández recordó que llevaba 25 años en el fútbol. Justo lo que hacía Javier Irureta cuando el público abroncaba indignado el juego del equipo.
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