_
_
_
_
_
Crónica:Fútbol | 33ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valencia se agarra a su pegada

Silva dinamita un partido que parecía condenado al empate por las intenciones de los técnicos

El Valencia se desmadeja cuando se aleja de Mestalla, pero tiene pegada. Dos lanzamientos entre los tres palos le bastaron para llevarse tres puntos de Riazor. No quiere descabalgarse del grupo de equipos que sueñan con levantar la Liga mientras las matemáticas no digan lo contrario.

DEPORTIVO 1 VALENCIA 2

Deportivo: Aouate; Coloccini, Lopo, Andrade, Capdevila; Pablo Álvarez (Iago, m.73), Duscher (Taborda, m. 67), Sergio, Riki (Adrián, m. 57); Juan Rodríguez y Arizmendi. No utilizados: Munúa, Manuel Pablo, De Guzmán y Filipe.

Valencia: Cañizares; Miguel, Albiol, Ayala, Moretti; Joaquín (Gavilán, m. 75), Marchena, Hugo Viana (Pallardó, m.90), Silva; Angulo (Jorge López, m. 88) y Villa. No utilizados: Boutelle; Del Horno, Morientes y Torres.

Goles: 0-1. M. 38. Hugo Viana. 1-1. M. 68. Taborda remata una falta lanzada por Sergio. 1-2. M .73. Silva, tras pase de Angulo.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Coloccini, Duscher, Pablo Álvarez, Andrade, Villa, Cañizares, Angulo y Capdevilla.

Unos 25.000 aficionados en Riazor.

Más información
A Cañizares le cae de todo en Riazor

El Depor está reñido con el fútbol, con el gol anda a tortas, aunque sin lo primero casi resulta un milagro lo segundo. Hubo un detalle que resume su incapacidad goleadora. Lo protagonizó Javier Arizmendi, un delantero que puede acabar en Mestalla con permiso del Atlético de Madrid y del Depor. Nadie ha salido a desmentir que ya ha pasado el reconocimiento médico con el equipo ché. Pablo Álvarez lo dejó a solas con Cañizares con un pase al hueco. Envió la pelota contra del muñeco. El juez de banda indicó fuera de juego, aunque hubiera sido lo mismo porque hubiese fallado. Es el máximo goleador del Depor con cinco dianas. Habla el dato.

El Valencia, en cambio, se desatasca cuando la pelota le llega a sus delanteros. A Sánchez Flores le da igual que su centro del campo quede convertido en un páramo futbolístico con jugadores como Marchena o Hugo Viana. Confía el resultado a la contundencia de delanteros como Villa, Silva o Morientes, aunque éste anoche calentó banquillo por problemas musculares.

El Depor tuteó al Valencia durante casi todo el primer tiempo con un fútbol bastante aseado para lo que se ha visto por estos pagos durante toda la temporada. Presionó a Hugo Viana para obligar a Marchena a crear, algo para lo que no está tan dotado como para destruir.

El equipo de Caparrós se sentía cómodo. El de Sánchez Flores tocaba con paciencia para encontrar una grieta para colarse en la pétrea defensa del Depor. Y los dos porteros asistían sin demasiados sobresaltos a lo que sucedía en el centro del campo.

Pero en el minuto 38 Moretti le envió la pelota a Silva al vértice del área pequeña. Cuando el canario se topó con un defensa envió atrás el cuero para que el portugués Hugo Viana batiese a Aouate.

Silva es de esa clase de futbolistas que el espectador quiere que tenga siempre la pelota porque improvisa con el mismo desparpajo con el que aparece con peligro en cualquier parte de la delantera.

Sánchez Flores resolvió la baja de Albelda alistando a Hugo Viana y a Marchena, fijando a Albiol en el centro de la defensa y desplazando al poliédrico Moretti al puesto de lateral izquierdo. De vez en cuando aparecía Joaquín, Villa regalaba una espuela y Silva se dedicaba a interpretar con peligro la partitura de un partido que parecía condenado al empate a cero por las intenciones de los dos entrenadores.

Caparrós se la jugó con Arizmendi y Juan Rodríguez en ataque. Con un delantero que no marca y con otro que se mueve mejor en el centro del campo. Así es muy difícil.

En el segundo tiempo se sacudió algo el aburrimiento. El Depor apeló, como siempre, a la receta Caparrós: a las ganas y al pelotazo como la mejor vía para acercar la pelota al área del rival. Los centros de Riki e intentar tocar el balón en más de dos ocasiones no había funcionado.

Y Caparrós apostó por el largo delantero Taborda en vez del contundente centrocampista Duscher. Sergio esperaba para botar una falta. El uruguayo corrió al área. Caparrós se la jugaba con el Tabordazo. Y le salió bien la treta porque el delantero dejó el balón en las redes de Cañizares nada más entrar en el campo.

Riazor era una fiesta por el empate. Estos partidos se interpretan como una suerte de derby después de aquel penalti fallado por Djukic que costó una Liga.

La alegría es efímera en casa del pobre. De confiar en que Taborda pescase en un córner se pasó a la desolación. Sacó Sergio, despejó la defensa, el Valencia armó el contraataque, Villa se fue hasta la línea de fondo y el pase atrás de Angulo lo enganchó Silva para marcar sutilmente.

El Valencia sólo había ganado cuatro partidos cuando se alejaba de Mestalla. Llevaba desde el 21 de enero sin ganar a domicilio, pero se encontró con un Depor que estropea las contadas ocasiones que crea. Continúa en la pelea por el título. El Depor se aleja de la UEFA.

Miguel, a la izquierda, despeja un balón ante Arizmendi.
Miguel, a la izquierda, despeja un balón ante Arizmendi.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_