Cegados ante la portería

Camino de San Sebastián, Frank Rijkaard, el técnico del Barça, recordó a sus jugadores que no hay mejor manera de ganar que jugar bien. Aguarda la Real Sociedad a un líder que quiere seguir siéndolo una jornada más. Por eso el holandés insta a recuperar las constantes conocidas por el equipo. Para empezar, habló del estilo. "No debemos olvidar el espectáculo. Para nosotros, es más fácil ganar jugando bien. Cuanto más cerca estemos de jugar como queremos, más cerca tendremos el resultado que buscamos", advirtió. Sólo un problema: el Barça no juega bien y, además, se muestra cegado ante la portería. Tanto que exhibe últimamente una sorprendente falta de pegada, algo que le convierte en un conjunto irreconocible e ineficaz. "Si creas ocasiones y no las metes, lo pagas", dijo Puyol al juzgar la derrota en Vilareal. La alerta del capitán azulgrana retumba todavía en el vestuario.

Acostumbra la falta de gol a ser consecuencia de la falta de juego. "Creamos ocasiones, pero no las metemos. Por un lado, eso tranquiliza. No es normal la falta de puntería", indica Eusebio. "El gol no se entrena", conviene Rijkaard. "Se tiene o no se tiene y este equipo ha demostrado tenerlo", explica Unzue. "El gol no se ensaya, pero sí se trabaja la manera de llegar a él. En ese sentido, estoy tranquilo. Tenemos ocasiones y trabajamos mucho hasta generarlas", insiste Rijkaard. Y añade: "Resolver ante la puerta depende de detalles pequeños, de un toque. En eso hemos de mejorar; a menudo estamos más pendientes de cómo hacer el gol que de hacerlo. Debemos ser más generosos". El holandés se ha hartado de repetir al grupo que debe ser más solidario. "Si alguien está mejor colocado, hay que pasarla. El gol es de todos", invita.

"Últimamente, existe un exceso de anarquía", traducen desde los despachos, señalando por exceso de ego a los delanteros. Tampoco sirve de coartada que a Messi le estén pegando muchas patadas. "Ya sabe lo que hay. Debe dar un paso adelante y acostumbrarse", concluyó ayer Rijkaard.

El Barça busca el gol que ha perdido. En la jornada 28ª llevaba 59 goles marcados en la Liga, lo que daba un promedio de 2,1 tantos por partido. En cuatro encuentros (Zaragoza, Mallorca, Villarreal y Levante) sólo marcó dos (Navarro en propia puerta y Eto'o) disminuyendo su promedio a 1,5 en la 32ª jornada. Por el contrario, mantuvo su promedio el Sevilla (1,7 goles por partido, que marcó 7) y subió (de 1,3 a 1,5) el Real Madrid, que anotó 9 en esos cuatro duelos. "Cuando el gol no llega, las cosas se complican", resumió Rijkaard. De Ronaldinho poco se sabe últimamente. Como si se hubiera quedado seco, el gaucho, que lleva 20 goles en lo que va de curso, parece haber perdido el olfato; desde el 4 de marzo, cuando batió al Sevilla de cabeza, no a vuelto a marcar.

El descenso en la efectividad es alarmante: durante el curso, se enchufaba una media del 30% de las ocasiones creadas. En los últimos tres partidos, cegado ante puerta, el despilfarro es enorme. De 18 tiros sólo dos fueron gol. Poco, para una delantera que presume de aglutinar a tres talentos de primera fila. "Se trata de poner trabajo, compromiso y calidad", recetó Rijkaard. Con eso, el Barça debería hacer diana y dar al tiempo otro paso hacia el título.