IU pide a la Xunta que ignore el pacto secreto de Fraga sobre Reganosa
La coordinadora nacional de IU en Galicia, Yolanda Díaz, exigió ayer a la Xunta que se desmarque del acuerdo secreto suscrito en el año 2000 por el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga y los accionistas de Reganosa, que garantizaba por anticipado la viabilidad de la planta de gas que la empresa construye en el municipio de Mugardos.
Días después de que el Comité de Emexencia da Ría destapase la existencia de un documento confidencial que aseguraba la construcción de la regasificadora, Yolanda Díaz, reclamó a los responsables del PSOE y BNG que "renuncien a las pesadas hipotecas" del Ejecutivo anterior para no ser "esclavos de un pacto firmado por Fraga a la siciliana". En opinión de IU, este acuerdo "antepone el negocio de unos particulares a la seguridad y el derecho a la vida de las personas".
Díaz sostiene que el complejo energético de Reganosa "no cumple las distancias de seguridad con la población" y no garantiza los requisitos imprescindibles de seguridad en el transporte, producción y distribución del gas. Además, considera que el pacto "oscurantista" y "draconiano" rubricado por el gobierno de Fraga hace siete años es el reflejo de las "dudas" que ya entonces generaba la viabilidad económica y medioambiental de la planta.
La planta de gas de Mugardos ya ha sobrepasado el 97% de su proyecto constructivo y su entrada en servicio se realizará en las próximas semanas, según indicaron fuentes de la compañía.
El Ayuntamiento de Ferrol, con los votos de Izquierda Unidad e Independientes por Ferrol, llegó a iniciar acciones legales contra la construcción de la planta de gas en el interior de la ría, y reclamaba su reubicación en la ensenada del puerto exterior de Caneliñas, aunque la vía para exigir la paralización de la planta se frustró meses después por la negativa de PSOE y BNG a continuar con el procedimiento.
Sin explicaciones
En el acuerdo sucrito por Fraga y las empresas promotoras de la planta, la Xunta se comprometía a acelerar los permisos, estudiar posibles subvenciones y garantizar la viabilidad económica del complejo en caso de que la situación se complique en un futuro. Un informe de los servicios jurídicos de la Administración autonómica concluye que el pacto de Fraga, que incluía una cláusula de confidencialidad, no supone una exigencia jurídica para el bipartito.
El contenido del acuerdo suscrito en 2000 por Fraga con Fenosa, Endesa, el Grupo Tojeiro, Caixa Galicia y la empresa argelina Sonatrach no fue hecho público hasta la semana pasada. Ningún miembro del Partido Popular ha accedido a dar explicaciones sobre el pacto, que fue ocultado a la opinión pública. Según Reganosa, la empresa promotora de la planta en la que participa la Xunta, el primer barco cargado de gas entrará en la ría de Ferrol este mismo mes.
