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Reino Unido refuerza el control sobre los concursos interactivos

La sucesión de escándalos e irregularidades hunde la confianza de los espectadores

Preguntas imposibles de responder, líneas telefónicas abiertas aún cuando el ganador ya ha sido seleccionado, sobrecargas por problemas técnicos... Una plaga de escándalos se extiende por las televisiones británicas con concursos interactivos, hundiendo la confianza del espectador y poniendo en entredicho el futuro de una importante fuente de ingresos. El organismo regulador hace frente a la crisis reforzando el control con unas medidas que entran hoy en vigor.

Todas las cadenas se ven afectadas por las denuncias sobre irregularidades en los concursos que fomentan la participación de la audiencia a través del teléfono y otros mecanismos interactivos. En unos casos, el participante pagó un sobrecargo por las llamadas; en otros, la metodología del concurso era confusa; y en la mayoría de las instancias, el operador de telefonía seguía admitiendo llamadas cuando ya estaba decidido el nombre del ganador.

"¿Qué artículos puede contener una mujer en su bolso?", proponía un popular programa. El abanico de respuestas es, obviamente, enorme, pero nadie acertó: un pasamontañas. Incluso un espacio infantil mítico de la BBC, Blue Peter, abusó de su audiencia. Se adjudicó la respuesta ganadora a una niña que visitaba ese día los estudios de la corporación estatal.

Otros famosos programas -desde Dancing on ice y The X factor, de ITV, hasta Richard and Judy, de Channel 4, y Brainteaser, de Five TV- están envueltos en la crisis. Una reciente investigación de la BBC, emitida en Panorama, destapó un presunto fraude de 15 millones de euros en cuatro años, y por un solo operador, Opera Interactive Technology, gestora de llamadas a concursos. Según la BBC, la operadora animaba a llamar "mucho después" de haber seleccionado a los finalistas de un espacio del canal matutino GMTV.

Con la caída de la contratación publicitaria, los concursos son una importante fuente de ingresos. Fomentan la participación del público, con frecuencia a través de líneas especiales de alto coste. Panorama calcula que los espectadores gastan al día en la televisión británica unos 65.000 euros en llamadas a programas interactivos. Los ingresos se dividen entre el operador de telefonía y la cadena de televisión.

GMTV canceló su contrato con Opera Interactive a raíz de las conclusiones de la BBC. Paralelamente, los organismos supervisores están investigando denuncias sobre 15 programas de televisión al tiempo que refuerzan la normativa para restaurar la confianza del espectador.

Prácticas intolerables

Icstis, regulador de los servicios interactivos de alto coste, introduce hoy una serie de medidas para mejorar la transparencia, informando al público del gasto en que está incurriendo y de sus posibilidades reales de acceder al programa. Para el verano, Icstis espera introducir un régimen de licencias que cubrirá todos los suministradores de líneas telefónicas a los concursos. Por otra parte, el organismo regulador de los medios de comunicación, Ofcom, ha advertido que no tolerará "retos casi imposibles" ni "pistas engañosas o inexactas". En Holanda y Alemania también se están revisando presuntas violaciones de la normativa en concursos abiertos al público.

En España, la edición 2005 de Operación Triunfo (Tele 5), que dio la victoria a Sergio Rivero, tampoco se libró de la polémica. En octubre de ese año, la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) solicitó a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones que investigara las presuntas irregularidades cometidas en la expulsión de la concursante canaria Idaira Fernández. De acuerdo con los reclamantes, la noche de la gala era imposible votar por esa participante. Por vía telefónica no se podía establecer conexión, mientras que, en el caso de los mensajes SMS, se recibía una contestación con la frase "el nombre de la concursante está mal escrito". Se daba la circunstancia de que esa situación se producía con una concursante que había recibido un gran apoyo popular, en contra del parecer del jurado.

Un informe de 2006 de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) desveló que la asociación había recibido en 2005 14.600 quejas de usuarios que fueron estafados por llamadas a concursos de televisiones locales que emplean números 905. José María Múgica, el presidente de la OCU, aseguró entonces que los números 905 se deben usar para llamadas relacionadas, por ejemplo, "con encuestas", pero nunca para servicios de coste adicional, como los concursos

Sergio Rivero, ganador de <i>OT 2005,</i> edición que no se libró de la polémica.
Sergio Rivero, ganador de OT 2005, edición que no se libró de la polémica.

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