Toquinho repasa 40 años de carrera en Ourense y A Coruña

Como el trazo viajero del imaginario dibujo de una de sus composiciones más famosas, Acuarela, nacida de su tándem con el poeta Vinicius de Moraes, el guitarrista Toquinho sobrevuela, en palabras y en música, los 40 años de su carrera y de la historia de la bossa nova en cada uno de sus espectáculos. En el escenario, habla, y mucho, entre canción y canción para contar anécdotas y rendir homenaje a los maestros de la música brasileña que fusiona el ritmo de la samba con la armonía del jazz. "Traigo mi vida al escenario y también la historia de la música brasileña de una época, porque la bossa nova no sólo es melodía, sino también toda una atmósfera musical", explica Toquinho.

El consagrado músico nacido hace 60 años en São Paulo llena las salas en esta gira por España que le trajo, de la mano de la Fundación Caixa Galicia, por primera vez a A Coruña anoche y la víspera a Ourense. Y esa afluencia le hace "sentir bien", destaca, porque es para mucha gente su primer concierto de música brasileña.

Es el público, subraya, el que "transforma el espectáculo" cada noche. A Toquinho le gusta improvisar, escrutar la reacción de los espectadores para decidir en cada momento la anécdota que va a contar a continuación o la canción que interpretará junto a su banda, Silvia Goes (piano), Ivâni Sabibo (contrabajo), Pepa D'Elia (batería) y Vanda Breder (voz).

Poner letra

Vinicius, "que transformó la forma de poner letra" a la melodía brasileña, así como los compositores Tom Jobim y Joâo Gilberto, los "grandes creadores de la bossa nova", están omnipresentes en la actuación de Toquinho, improvise lo que improvise. "Es que yo vengo de ellos", se disculpa el músico, tan conocido o incluso más que algunos de sus maestros, ya fallecidos. Los grandes éxitos de Toquinho como Tarde em Itapoâ, con letra del autor de la Garota de Ipanema; Regra 3, Samba Orly o la mencionada Acuarela son obligadas en todas sus actuaciones porque sabe, dice, que son canciones que "la gente espera". Aparte de las melodías, Toquinho adereza cada una de sus interpretaciones contando su historia, cómo nació, "porque así la canción adquiere otra dimensión".

En Ourense, el miércoles, el músico y su banda ofreció hasta tres bises a un público entusiasmado que lo ovacionó por un espectáculo de música, risas y cuentos que recrean el Brasil más melódico y poético, "sin estructura rígida", precisa Toquinho. Concluye el domingo esta gira por España que recuerda, aunque en otras dimensiones de salas y afluencia de público, los legendarios conciertos que, "hace ya 37 años", subraya, protagonizó a dúo con Vinicius en el café La Fusa de Buenos Aires. El poeta de Río de Janeiro también hablaba mucho en aquellas actuaciones, destaca, entre risas, el guitarrista.