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Reportaje:

"Si sois los mejores, demostradlo"

Tras la derrota en Vila-real, Rijkaard abronca a los barcelonistas y les insta a ser más solidarios

La tradición dice que el 23 de abril, festividad de Sant Jordi, las calles de las ciudades y los pueblos catalanes se llenan de rosas y libros. Pero el horno no está para bollos en el Camp Nou. A Frank Rijkaard no le dejó buen cuerpo el partido contra el Villareal (2-0). Tenía ayer mensaje para sus chicos y se le entendió todo. Sólo Motta, Edmilson y Belletti, lesionados, se perdieron la sesión. Estaban presentes hasta Ronaldinho y Thuram, que por una vez trabajaron fuera del gimnasio el día después de un partido saltándose su plan de trabajo personalizado. Rijkaard tenía algo que decir y esta vez quería luz y taquígrafos. Tras la derrota en Vila-real, la sexta lejos del Camp Nou en lo que va de curso, el holandés puso bajo los focos al equipo y la bronca fue histórica.

El líder juega hoy un amistoso en Egipto que no gusta a la mayoría de los jugadores

Después de la zurra, el primer equipo del Barcelona se marchó a El Cairo, donde hoy (21.30, TV-3) juega un amistoso contra el Al-Alhy. Un viaje que justifican los dos millones de euros que percibirá el Barcelona por el partido, pero que, dadas las circunstancias ligueras, no parece lo más conveniente para el equipo. El desplazamiento le ha complicado las cosas al departamento de seguridad del club, que recibió refuerzos de la policía nada más aterrizar en la capital del Nilo. Elías Frade, responsable de seguridad del Barcelona, ha trabajado con la embajada de Egipto en España y el Gobierno del país africano ha garantizado la seguridad del grupo. De lo inoportuno del viaje sabe Rijkaard y también Joan Laporta, que ayer se reunió con el técnico. El domingo, en Vila-real, Xavi eludió hacer comentarios. "¿Qué quiere que le diga?", se limitó a decir. "Son decisiones del club y las tenemos que acatar", dijo Iniesta. Sólo Puyol vio algo positivo: "Nos vendrá bien estar juntos".

Los jugadores aceptaron con aparente normalidad la bronca, que empezó cuando Iniesta y Thuram, magullados por el juego en Vila-real, terminaron sus ejercicios e hicieron ademán de retirarse del recinto. Rijkaard lo impidió, citó al grupo entero y empezó un monólogo que duró diez minutos y que fue recogido por las cámaras de televisión. La imágenes hablan de un Rijkaard muy enfadado, contundente en sus gestualizaciones. Los presentes explican que su monólogo empezó con una frase habitual: "El primer culpable soy yo". Luego recibieron los defensas, a quienes instó a mejorar la contundencia defensiva mediante la solidaridad y el compromiso en los marcajes individuales. "Tenéis que entrar en el campo pensando en el compañero, no en vosotros", zanjó el técnico, que instó a los medios a ser más rápidos en las transiciones y mucho más verticales. También hubo para los delanteros, a quienes pidió que se dejaran de jugaditas y fueran tan contundentes como generosos ante la puerta comtraria. "No jugáis solos", les dijo.

Nunca antes el holandés había aparecido tan enfadado con sus jugadores en público. Iniesta explicó que Rijkaard se había limitado a corregir algunos aspectos del juego: "Hay que arreglar lo que pasó porque es evidente que cometimos errores. Si no fallas, no te pillan como nos pillaron y no desperdiciamos las ocasiones. Por eso el entrenador ha hablado con nosotros". El centrocampista manchego añadió: "Vamos los líderes y dependemos de nosotros. Hay que afrontar lo que queda con seriedad". Rijkaard retó a sus hombres a evidenciar por qué son líderes: "Si sois los mejores, salid y demostradlo". A la bronca asistieron los jugadores del filial Olmo, Giovanni y el goleador de 16 años Krikc, que formaron parte de la expedición para el partido de hoy en Egipto.

Frank Rijkaard, con cara de circunstancias en Vila-real.
Frank Rijkaard, con cara de circunstancias en Vila-real.ASSOCIATED PRESS

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