"Aquí hay división de poderes"
El CSD responde a la UCI, que le pide que actúe en la Operación Puerto
El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el irlandés Pat McQuaid, y el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, están muy preocupados porque la integridad de la carrera está en peligro, ya que aún no se conoce con certeza absoluta la identidad de los propietarios de las bolsas de sangre requisadas por la Guardia Civil en el apartamento de Eufemiano Fuentes. Y tal preocupación movió ayer a McQuaid a enviarle una carta abierta, con copia a los presidentes del COI y de la AMA, a Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), instándole a pasar a la acción y desenmascarar a los culpables. En su respuesta, también abierta, Lissavetzky le recuerda que la Operación Puerto está en fase de instrucción penal, que la sangre está bajo custodia del juez hasta que se resuelva el recurso contra el archivo de la causa y que, "como en todos los países de la Unión Europea, existe el principio de la división de poderes". El Ejecutivo, o sea el CSD, no puede interferir con el Judicial, esto es, con el juez.
El juez deja a un fiscal italiano tomar muestras de las bolsas con supuesta sangre de Basso
"Querido Jaime", encabeza su misiva McQuaid, quien sobrevive en un delicado equilibrio entre el poder de los equipos y el de los organizadores. Después de la diplomacia, se explaya y se equivoca. Dice McQuaid, por ejemplo, que algunos corredores han entregado su ADN al CSD. Y Lissavetzky -que también le recuerda todas las medidas tomadas por el CSD en la lucha contra el dopaje, un bagaje tal que ha convertido el lema de tolerancia cero en la divisa de la legislatura- le responde que no es así, que no tiene más ADN que el suyo.
En los últimos párrafos, McQuaid aumenta el tono: "Echamos de menos la colaboración y acción de las autoridades españolas para proceder a la identificación de la sangre en su posesión...". A lo que Lissavetzky responde: "Las bolsas de sangre (...) son una pieza de convicción del proceso judicial (...). Cualquier manipulación de las mismas sólo y exclusivamente puede ser ordenada por el juez instructor...".
Antonio Serrano, el juez instructor, fue precisamente quien dio permiso a las autoridades alemanas para que tomaran unas muestras de las bolsas que presuntamente correspondían a Jan Ullrich en el marco del proceso judicial abierto por estafa al ex ciclista alemán. El cotejo del ADN de Ullrich con el de las muestras probó inequívocamente su pertenencia.
Y ha sido también el juez Serrano, según publicó ayer la revista Interviú, quien ha autorizado a una fiscalía italiana a enviar policías a España para que tomen muestras de la sangre de las bolsas marcadas con el número 2 o Birillo, presuntamente pertenecientes al ciclista Ivan Basso, para una futura comparación de ADN. Basso, objetivo declarado del organizador del Tour, aún no ha entregado a las autoridades una muestra de su ADN, por lo que el cotejo podría retrasarse. El Giro, primer objetivo del ciclista italiano, que defiende el título, comienza en Cerdeña dentro de tres semanas: el sábado 12 de mayo.
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