El Deportivo bate a Osasuna en la prolongación

Había silbado el final del partido el árbitro Pino Zamorano. Los jugadores del Depor corrieron hacia la grada que ocupan los bullangueros Riazor Blues para celebrar la victoria y la permanencia conseguidas gracias a un cabezazo de Lopo cuando se pisaba el minuto 92. Pero se quedaron contrariados a media distancia ante la aparición de una gran pancarta: "Vivís de nuestra pasión y os reís de ella".

Los futbolistas disimularon como pudieron el chasco. Se abrazaron entre ellos y con Joaquín Caparrós en el centro del campo, pero sin los aplausos esperados. La afición desfilaba con indiferencia tras el nuevo bodrio que acaba de presenciar. La permanencia se daba por conseguida con los 39 puntos, el fútbol sigue echándose de menos. Ya casi nadie cree en este equipo ni en Caparrós, por mucho que se esfuerce en predicar que "una plaza para la UEFA es posible". La derrota en Balaídos contra el Celta, el eterno rival, y la goleada recibida en Copa contra el Sevilla han abonado el descrédito.

El queme en Riazor es de dimensiones considerables porque no se trataba de un partido cualquiera. Al Depor se le presentaba la ocasión de certificar la permanencia contra a Osasuna, a tan sólo un punto de distancia. Pero resulta muy difícil animar a un equipo con tan poco fútbol.

El Depor sólo cuenta con el recurso Caparrós. Lo intentó a balón parado, aunque los centros terminaban mansos en los guantes de Ricardo. Cuco Ziganta no ocultó sus intenciones desde inicio. Buscó el empate con descaro, incrustando al joven Ion Erice entre la defensa y la línea de creación. Contra este muro se estrellaron con contumacia Verdú y Adrián.

En el segundo tiempo Caparrós buscó en Arizmendi y en Taborda lo que no aportaron en la primera mitad Duscher y Cristian. A los pocos minutos, le levantó el castigo Arizmendi, que corría sin rumbo fijo por la banda izquierda. Sacó a Riki por Adrián para alargar esa parcela. Así, el Dépor despabiló, pero fue Osasuna el que pudo marcar primero con un gran pase interior de Héctor Font que Rául García remató abajo con pierna cambiada. Aouate desvió a córner con apuros. Y cuando remataba el partido Puñal gozó de una falta cerca del área. Pero la jugada siguiente se saldó con una zancadilla a Taborda. Era tiempo de descuento y Soldado esperaba el cambio en la banda. Sacó Verdú, peinó Taborda y Lopo remachó en plancha la salvación matemática del Depor.