Menos poder para Benidorm y los recelos del campismo

Benidorm, cuna y feudo político del ex ministro y ex presidente de la Generaliltat valenciana Eduardo Zaplana, pierde poder. Los cinco diputados autonómicos que en esta legislatura representan a la capital turística pasarán a dos, Gema Amor y Ángela Barceló, hija de un senador y cuñada de Zaplana, al que está enfrentada políticamente. Cuando Zaplana llegó a la presidencia del Consell mucha gente de Benidorm ocupó consejerías, direcciones generales y cargos de confianza.

Las cosas han cambiado. Ahora, el presidente regional, Francisco Camps, desconfía de ellos, ya que en esta legislatura han sido varios los sobresaltos que el denominado sector zaplanista le han dado. El más llamativo ocurrió cuando en un pleno extraodinario de las Cortes el presidente, que presentaba el Plan de Infraestructuras "más ambicioso de la historia", vio como casi la mitad de diputados del PP le dejaban plantado. Las tensiones entre la vieja guardia del PP valenciano, con origen en Alicante, y los nuevos dirigentes conservadores han sido permanentes.

Las discrepancias se evidenciaron en plenos municipales en los que la disparidad de criterios de las dos facciones del PP paralizaron determinados proyectos y las salidas de tono de los consejeros zaplanistas que arremetían contra algunas de las decisiones de sus compañeros de Gobierno, como ocurriría en la promoción turística.

La hegemonía de los zaplanistas en Alicante hace años era total. Sin embargo, poco a poco Camps ha ido conquistando, a golpe de inversiones y proyectos, alcaldes que han ido cambiando de bando. Mientras, los zaplanistas vivían en sus carnes cómo perdían influencia fuera del PP. Porque el control orgánico provincial sigue en sus manos, el presidente provincial, José Joaquín Ripoll, desde la presidencia de la Diputación ha ido reteniendo su poder en algunos pueblos. El acoso de Camps al zaplanismo ha sido constante, hasta el extremo que los apoderados del PP para los comicios son de su máxima confianza, aunque no pertenezcan a esa comarca. El resultado electoral de Alicante será clave para la Generalitat, al tratarse de la única circunscripción impar en diputados en liza (35) y el último escaño en juego será el de Alicante.