La Real se aferra al sueño de Primera a costa de darle pesadillas al Betis
La Real Socieda ganó ayer su primer encuentro a domicilio y sigue con un pie y medio en Segunda. El Betis perdió después de bastante tiempo como local y se acerca de nuevo a la zona que lleva al descenso de categoría. La Real tiene un equipo mínimo, del que la clasificación no miente. Su lugar está entre los que peor ejecutan la mayoría de las facetas y disciplinas del juego. Lo que le queda es el orgullo, la rebeldía, más por razones históricas que por otra cosa, ante la realidad en la que viven equipo y club. Eso es la carga de la brigada ligera, dejarse la piel en el trabajo aunque todo apunte que se reme lo que se reme, nunca se llegará a la orilla. Pero precisamente en eso consiste la grandeza de la competición. El Betis de Luis Fernández no se siente del todo responsable de su precaria situación de la que culpa a entes tangibles e intangibles y casi nunca suficientemente demostrables. Su apuesta para quedarse entre los mejores del fútbol español la temporada próxima es principalmente especulativa.
BETIS 0 REAL SOCIEDAD 1
Betis: Doblas; Melli, Juanito, Rivas, Fernando Vega; Fernando, Arzu (Assunção, m. 58), Capi, Caffa (Maldonado, m. 65); Dani (Edu, m. 58) y Robert. No utilizados: Contreras; Ilic, Nano, Miguel Ángel, Rivera y Xisco.
Real Sociedad: Bravo; Gerardo, Ansotegi, Víctor López, Garrido; Prieto, Garitano, Juanito (Mikel Alonso, m. 72), Savio; Díaz de Cerio (Herrera, m. 62) y Kovacevic (Diego Rivas, m. 82). No utilizados; Riesgo; López Rekarte, Labaka, Novo y Aranburu.
Gol: 0-1. M. 32. Garrido, de saque de falta.
Árbitro: Rubinos Pérez. Amonestó a Melli, Arzu, Rivas, Herrera, Kovacevic y Capi.
Unos 50.000 espectadores en el estadio de La Cartuja.
El partido fue malo. El Betis arrancó con más brío y pareció que más convicción. La defensa realista se atragantaba con cada balón que llegaba colgado a su área. Robert y Dani llegaron a cabecear los centros de Caffa desde la izquierda y Fernando desde la derecha, pero con remates mansos. La ocasión más clara de los verdiblancos la tuvo Robert a los 22 minutos, cuando un balón le llovió del cielo, lo controló pero se fue aturullando a medida que se acercaba a la posibilidad de chutar a gol y finalmente Gerardo le estorbó lo suficiente para que el brasileño disparara desviadísimo.
Los realistas no mandaban pero tampoco pasaban apuros. En el Betis no estaba del todo claro quien tenía que tocar y repartir los balones que pasaban por su centro del campo. Un tiro lejano que en un principio no presagiaba nada lo convirtió Doblas en gol, un gol importantísimo para los intereses de ambos conjuntos y con el tiempo puede llegar a serlo aún más. Garrido tiró al palo largo, al que defendía el portero bético que, descolocado, no llegó a despejarlo.
Obviamente, el partido no mejoró en la segunda mitad. La Real defendió su inesperado botín mientras que Luis Fernández le dio la vuelta al equipo como un calcetín y algo más cerca de sacar algo estuvo. Robert falló frente a Bravo a seis minutos del final y el portero realista desbarató otras dos llegadas claras.
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