El mejor peluquero del campeonato
Zigic, el goleador del Racing, de quien sus compañeros dicen que "siempre peina con intención", mide la consistencia del Madrid
El Racing es un equipo que funciona para uno porque hay uno que funciona para el equipo. Esa unidad es muy perceptible. Mide 2,02 metros. Es el techo de la Liga. Se llama Nikola Zigic, tiene 26 años y es el mejor peluquero del campeonato. Se deduce del juicio de sus compañeros. "Peina como nadie", dicen. Ellos le lanzan balones y él los controla o los distribuye peinándolos con la cabeza, mientras se deshace de los rivales que luchan por impedírselo. La maniobra, la interacción, cada vez más perfecta, ha situado al Racing a un nivel competitivo inesperado. Si mañana derrota al Madrid, irá camino de lograr la mejor temporada de su historia.
A sus 30 años, el internacional argentino Leonel Scaloni ha visto mucho mundo. "Yo he visto a buenos jugadores de más de dos metros", dice; "Koller también la peina. Pero cuando Zigic la peina, la peina con intención. El ochenta por ciento de las peinadas van a un compañero".
Da un toque de cabeza cada cuatro minutos. "Termino los partidos con jaqueca", bromea.
"Lo más positivo para nosotros sería que los defensas intentasen ganarle", dice Garay
"Zigic usa bien la cabeza", concluye Scaloni. Lo piensan sus compañeros, sus entrenadores, y lo refleja la estadística. El serbio es el jugador que más juega con el cráneo en la Liga. Ha dado un toque de cabeza cada cuatro minutos. En total, 517. Casi los mismos que ha dado con el pie: 552. "Eso tiene gracia", dijo ayer, al salir del entrenamiento, con una risa cándida; "hay partidos que termino con jaqueca".
Javier Miñano, el preparador físico del Racing, explica que no basta con los centímetros. Dice que, por algún motivo extraño, el pecho o la cabeza de Zigic siempre están donde cae una pelota del cielo. "Es muy inteligente", advierte, "porque es muy difícil llegar a un vestuario sin entender ni una palabra del idioma que usan tus compañeros y tu entrenador y, a pesar de eso, que nunca te pillen en un renuncio. Zigic llegó y desde el primer día actuó como si llevara toda la vida en el club. Una cosa es medir 2,02 y otra distinta saber usar esta ventaja. No todos los que miden dos metros llegan siempre a todos los balones. Él da la sensación de que puede. Sus compañeros saben que, si le dan el balón, el pase no se pierde".
El hombre que le fichó, Miguel Ángel Portugal, previene sobre las simplificaciones. "Tampoco se trata de que nuestro juego sólo consista en tirar pelotazos a Zigic", avisa el técnico del Racing. "Tenemos más variantes". Como responsable del excelente rendimiento del equipo, Portugal considera injusto que se banalice un logro colectivo. "Zigic es una referencia clara, sobre todo a balón parado. En la defensa es nuestro segundo hombre en la línea del lanzamiento de la falta. En el ataque actúa como receptor o para enmascarar la jugada a fin de que aparezca otro compañero".
El portero Toño es más categórico: "Le damos la pelota porque es nuestra referencia ofensiva". La mitad de los pases del Racing van a parar a Zigic. No es porque lo pida Portugal. Es porque Toño, Munitis, Garay, Vitolo y Serrano así lo han decidido. Portugal se limitó a poner las condiciones para que los jugadores lleguen a este acuerdo.
Garay lo considera una especie de cebo demasiado tentador para que los adversarios no se dejen atraer. Los rivales cambian su táctica para frenar a Zigic, y el resultado es invariablemente frustrante. "El pase a Nico es un recurso que nos está dando muchos frutos", dice el central. "Aunque tenga dos marcadores encima. Marcar a un jugador de 2,02 es muy difícil. Este sábado van a ser importantes esos balones largos a Zigic porque Cannavaro es bajito, Helguera tampoco es que sea muy poderoso arriba, Marcelo también es bajito... Lo más positivo para nosotros sería que los defensas intentasen ganarle. Le harán faltas".
"Hay rivales", apunta Garay, "que han optado por dejarlo bajar la pelota y estar atentos a la segunda jugada para que Munitis, Serrano y Leonel no reciban el balón. Pero no han podido. Pedro [Munitis] es un ratoncito que se escabulle por todos lados. No se sabe adónde va a ir Pedro ni adónde la va a peinar Nico. Esto es algo que sólo sabe Pedro".
Rubén, la pareja de Garay en el centro de la defensa, es otro de los que buscan a Zigic con el pase largo: "Los equipos contrarios llevan seis meses experimentando la manera de pararlo. Parece fácil porque siempre hacemos lo mismo. Lo que pasa es que en el fútbol lo más difícil es eso que parece fácil. A Zigic le han puesto hasta tres marcadores. Pero ha sido peor porque han descuidado a Munitis y Serrano y les hemos entrado por las bandas".
Zigic es un extraño espécimen atlético. Pesa 100 kilos, pero ayer corría por el campo de entrenamiento con la soltura de un peso welter. Como si midiese medio metro menos. Veloz, iba de un extremo a otro presionando a los defensas, participando de la táctica de hostigamiento que practica su equipo contra los adversarios, en un ensayo general de lo que será el duelo con el Madrid. El hombre presiona tanto la salida del balón que es el jugador que más faltas comete en la Liga: 79.
Cuando el que coge el balón es él, las cartas se dan la vuelta. Se convierte en uno de los jugadores que más faltas reciben. Nadie ha sufrido más penaltis (4). A veces, hacerle falta es lo más recomendable porque frente al portero no suele fallar. Suma nueve goles y sabe dar el último pase cuatro asistencias.
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