"La economía china es cada vez más vulnerable"
El puesto de subjefe del Servicio de Estudios del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) convierte al británico Frank Harrigan en un observador privilegiado de la economía del Lejano Oriente. El pasado lunes estuvo en Madrid para presentar en el Banco de España su último informe de coyuntura, en el que pronostica una ralenti-zación de la actividad y pide a los Gobiernos asiáticos un esfuerzo para erradicar la extrema pobreza en el continente.
Pregunta. El último informe del BAD vaticina que, tras un año de trepidante crecimiento, la economía asiática avanzará a un ritmo más sostenible. ¿Por qué?
Respuesta. Hay dos razones fundamentales. Una es que los Gobiernos y los bancos centrales están pisando el freno. El Banco de la Reserva de India subió los tipos de interés el sábado pasado y el Banco Popular de China hizo lo mismo hace dos semanas. Estas medidas de ajuste continuarán aplicándose mientras la economía siga creciendo demasiado rápido. La segunda razón es que la economía mundial se ralentizará ligeramente en 2007, y esto enfriará las cosas en Asia.
P. Según sus pronósticos y los del Gobierno de Pekín, la economía China crecerá este año un 10%. Además de subir los tipos de interés, ¿qué más pueden hacer las autoridades para evitar un calentamiento excesivo, sobre todo ante la próxima celebración de los Juegos Olímpicos?
R. La economía china cerró 2006 con un crecimiento del 10,7%, pero entre el primer trimestre y el último se ralentizó del 11% al 10,4%. Los primeros indicios de 2007 señalan que la demanda continúa ralentizándose. Sin embargo, un crecimiento del 10% sigue siendo muy rápido. Lo más probable es que las autoridades chinas quieran suavizar aún más la actividad en 2008 y en los años sucesivos. ¿Por qué? Hay un exceso de inversión, que es en buena parte inútil, ya que las empresas estatales invierten de manera rutinaria sus beneficios sin criterios de conveniencia o rentabilidad. Los preparativos de los Juegos Olímpicos y la celebración, este año, del congreso del Partido Comunista van a impulsar el crecimiento, pero no tanto como para vencer las restricciones impuestas por las autoridades.
P. ¿Hay peligro de que la economía china sufra una recesión en los años posteriores a los Juegos?
R. La economía china es cada vez más vulnerable. Hay una dependencia excesiva de la inversión y un escaso crecimiento del consumo. Otra señal de los desequilibrios del crecimiento chino es el masivo aumento de las reservas de divisas, cifradas actualmente en 1,1 billones de dólares. El Banco del Pueblo tiene problemas para frenar su entrada en la economía y el consiguiente aumento de la liquidez, que alimenta la subida de los precios y de la especulación, como hemos visto en la Bolsa de Shanghai, en el mercado inmobiliario y en otras áreas de la actividad. Existen riesgos, sin duda, especialmente en el sector de la banca comercial de propiedad estatal. Si la economía china se ralentiza más rápido de lo esperado, los balances generales de los bancos se deteriorarán. Todo ello plantearía un enorme desafío para el Gobierno, especialmente en un contexto en el que China necesita crear, sólo en las zonas urbanas, 20 millones de puestos de trabajo anuales.
P. El BAD pide a los Gobiernos que destinen parte de sus reservas de divisas a luchar contra la pobreza. ¿Cómo pueden hacerlo?
R. Las reservas de divisas de los países asiáticos ascienden a 2,3 billones de dólares, excluyendo Japón. La mayor parte de ellas están invertidas en activos de bajo riesgo, escasa rentabilidad y alta liquidez, como bonos del tesoro y otros instrumentos a corto plazo. Si los países invirtieran la mitad de ese dinero en una cartera más diversificada internacionalmente, podrían recoger como dividendo, cada año, el equivalente a un punto del PIB asiático, y eso siendo conservadores. El buen uso de las reservas podría servir para financiar prestaciones sociales -educa-ción, hospitales, alcantarillado- e infraestructuras -carreteras, energía, telecomunicaciones-, o para agrandar el margen fiscal de Gobiernos futuros.
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