Wojtek Drabowicz, barítono
Cantó obras de Mozart, Verdi y Chaikovski
"El corazón está firme en mi pecho, / no tengo miedo: ¡iré!", cantaba desafiante Wojtek Drabowicz, en la piel de Don Giovanni, ante la estatua del comendador cuando ésta, con voz de ultratumba, le amenazaba con fulminarlo si no se arrepentía y cambiaba su disipada vida. Ya no podrá interpretar más al mítico libertino español musicado por Mozart. A Drabowicz se le partió el corazón el pasado 27 de marzo, tres días después de haber celebrado su 41º aniversario, mientras conducía camino de su Poznan natal, ciudad situada a unos 300 kilómetros al este de Varsovia. No tuvo tiempo de tener miedo, un infarto le sobrevino cerca de Wielkopolski, a pocos kilómetros de Poznan, y perdió el control del coche estrellándose mortalmente. Estaba casado y tenía dos hijos.
Wojtek Drabowic estaba en un momento dulce de su carrera artística internacional, que eclosionó en 1994 protagonizando Eugenio Oneguin, de Chaikovski, en el Festival de Glyndebourne (Reino Unido) en una producción dirigida escénicamente por Graham Vick y comercializada en DVD por Warner Music. Fue precisamente con el personaje de Oneguin con el que el barítono debutó en la ópera en 1990 en el Gran Teatro de Poznan y con el que también hizo su debut en España, en el Liceo de Barcelona en mayo de 1998, teatro en el que en 2002 también cantó Ariadne auf Naxos, de Richard Strauss, y protagonizó la violenta y polémica versión que Calixto Bieito hizo de Don Giovanni, distribuida en vídeo por Opus Arte. En España también cantó el personaje de Escamillo de la ópera Carmen, de Bizet, en Santa Cruz de Tenerife.
Miembro del coro de niños de su ciudad, Drabowicz estudió canto en el Conservatorio de Poznan y tras ganar diversos concursos de canto en Polonia y, en 1990, el primer premio del prestigioso concurso Belvedere de Viena, empezó su carrera artística como solista en el teatro de ópera de su ciudad, en el que estuvo dos temporadas hasta emprender una carrera internacional que le ha llevado a cantar, entre otros, en La Monaine de Bruselas, la Ópera de Francfort, el Teatro des los Campos Elíseos de París, la Ópera de Lyon, el Carnegie Hall de Nueva York, así como en los festivales Proms de Londres, Bregenz y Viena.
Barítono lírico, poseía una atractiva voz que en los últimos tiempos había empezado a oscurecerse en el registro grave. Su repertorio lírico se centraba fundamentalmente en óperas de Mozart (La flauta mágica, Don Giovanni, Las bodas de Fígaro, Così fan tutte), el Verdi más lírico, Chaikovski (Eugenio Oneguin, Yolanta, Mazzepa y La dama de picas), por quien sentía una especial afinidad, y la ópera contemporánea con títulos como Las tres hermanas, de Peter Eötvos; Cuento de invierno, de Philippe Boesmans; Los siete pecados capitales, de Kurt Weill, o Der Kaiser von Atlantis, de Víktor Ullmann, además de la música de los compositores polacos. Trabajó con directores de orquesta de la talla de Claudio Abbado, Charles Dutoit, Antonio Pappano, Charles Mackerras o Kent Nagano y directores de escena como Peter Brook, Gerome Savary, Peter Musbach o Luc Bondy.
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