Cánticos musulmanes en Semana Santa
El grupo tunecino Ikhwan al-Hadra mezcla himnos sufíes y percusión en una iglesia de Santiago
Escuchar cánticos musulmanes en una iglesia en plena Semana Santa puede parecer insólito pero es lo que ocurrió la noche del miércoles en pleno casco histórico de Santiago. El grupo tunecino Ikhwan al-Hadra (Los hermanos de la presencia) ofreció uno de los conciertos más esperados del II Festival de Músicas Contemplativas que se celebra en distintas iglesias compostelanas durante la Semana Santa. El objetivo de abrir un espacio de diálogo entre religiones y culturas, presente en el origen del festival, se vio cumplido con una actuación seguida con respeto y mucho interés por numeroso público.
Por una noche Santiago se convirtió en una encrucijada cultural donde fue posible asistir a un concierto de estas características y encontrarse a la salida con un grupo de fieles siguiendo el recorrido de una procesión de Semana Santa. Como explicó el presentador Paolo Scarnecchhia, los cánticos de Ikhwan al-Hadra se interpretan en el transcurso de celebraciones públicas y privadas, durante los acontecimientos del calendario religioso y del ciclo de la vida. Entre los piezas interpretadas en Santiago se incluyó una, titulada Al Hijo de María, en el que se expresaba amor por Jesús.
El grupo tunecino pertenece a la doctrina sufí que aboga por llegar a Dios a través de un camino de conocimiento. Sus practicantes agrupados en hermandades, masculinas y femeninas, se dedican al estudio de los aspectos teológicos y culturales de la doctrina de Mahoma. Ikhwan al-Hadra no se prodigan ante el público y menos aún en el extranjero. Sólo realizan conciertos en lugares rigurosamente seleccionados.
Durante su actuación en la Iglesia de la Universidad emplearon instrumentos tradicionales de percusión y objetos rituales de la tradición sufí (estandartes, candelabros, incensarios) con los que reprodujeron el ambiente en el que suelen interpretar sus cánticos. Sus actuaciones son audiciones místicas en las que cantan himnos en forma responsorial o antifonal. Los poemas de los maestros espirituales son entonados según las melodías del arte magrebí-andalusí o se acompañan por instrumentos de percusión como el bendir (tambor plano), el ghendoua (tímpano) y por el batir de palmas.
La monotonía de los cánticos resultó difícil de entender para los espectadores más jóvenes que abandonaron sus asientos a mitad de concierto, pero la gran mayoría tuvo la oportunidad de disfrutar de momentos de gran intensidad rítmica.
En estos tiempos en los que la música étnica se ha convertido en una etiqueta comercial más, Ikhwan al-Hadra demostró que sigue siendo uno de los medios mas eficaces para conectar las almas. El festival continua hoy y mañana en las iglesias de Santiago.
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