Celebraciones separadas con llamadas a la unificación de las convocatorias

Al acto que el PNV celebra mañana en la Plaza Nueva de Bilbao, con comida popular posterior, se añaden el que sus socios de EA organizan en Gernika y un tercero al que ha llamado un grupo de 31 ciudadanos, entre los que se encuentran miembros de Batasuna, pero también personalidades de otros ámbitos, en busca de una convocatoria unitaria.

A esta última celebración, una marcha que empezará en Irún y cruzará la frontera con Francia hasta acabar en Hendaya, se han unido tanto Batasuna, como su escisión Aralar, y los sindicatos nacionalistas ELA y LAB.

Los nacionalistas vascos se muestran históricamente incapaces de festejar la fecha juntos y la celebración no concita la participación de los no nacionalistas. A diferencia de la Diada catalana, Euskadi sigue sin tener un día nacional común.

El mapa de actos se simplifica algo este año con esa marcha de Irún, con la marca de la izquierda abertzale, legal y no legal, y a la que se ha sumado el histórico sindicato nacionalista ELA. Esta central señaló que responderá a esa convocatoria "por la voluntad de unidad abertzale" que refleja. El lema es Siete provincias en una. Somos una nación. El futuro en nuestras manos.

Batasuna, por su parte, aprovechó la publicitación de su apoyo a ese mismo acto para denunciar al Gobierno y al PSOE por "cerrar puertas a la negociación política" y al Gobierno francés por no reconocer ni siquiera la existencia de un conflicto en su territorio, en referencia al País Vasco francés. Por la tarde, los abertzales realizarán una segunda celebración en la localidad vascofrancesa de Urrugne, a medio camino entre la frontera y San Juan de Luz.

Aralar explicó su participación en este acto semiunitario como un paso hacia la normalización, mientras EA, con su propia convocatoria en Gernika, llamó a Batasuna a las vías pacíficas y al PSOE y al Gobierno a desmarcarse del PP, para relanzar el proceso de paz.