Taza de café
¿Cuánto cuesta un café? La pregunta que le hizo un ciudadano a Zapatero en TVE-1 fue analizada en Las mañanas de Cuatro. Bueno, no tanto la pregunta como la respuesta: 80 céntimos. La cuestión es ya de manual desde que le preguntaron, también en televisión, a Giscard d'Estaing cuánto valía un billete de metro y no lo supo. En el programa de Concha García Campoy hicieron una encuesta por los bares para conocer la última cotización de esta infusión. Los precios declarados oscilan entre 1,20 y 1,80. Al cabo de un rato llamó una señora de Valencia contando que un café, por la comarca de Sagunto, cuesta 60 céntimos. En el análisis que hicieron los contertulios sobre este programa, uno se preguntó para qué se invita a 100 ciudadanos si sólo se hace una cuarentena de preguntas, y se subrayó que Rajoy, el próximo invitado, tendrá la ventaja, además de no estar en el Gobierno, de conocer ya la fórmula y poder estudiar los resbalones del invitado anterior. El tema del café transitó todo el día por las teles. Por la noche seguía vivo. En el informativo de La 2 también hicieron su encuesta por bares y dieron los precios de café-máquina (30 céntimos) y en el Congreso (70). Algunos establecimientos pusieron ayer el café a 80 céntimos en homenaje al particular ipc que maneja el presidente. El Franco que doblan en Noche Hache (Cuatro) no entendía el follón. Todo el mundo sabe, le hicieron decir, que la taza de café cuesta una peseta.
De madrugada, en 59 segundos regresaron al tema. TVE estaba gozosa con la audiencia conseguida. El minuto de oro, a las 22.41, reunió más de siete millones de espectadores. En el debate se destacó que Zapatero hubiera aceptado el riesgo de estrenar un formato nuevo, abierto al ciudadano, aunque en sus respuestas se hubiera deslizado hacia el recitado forense. En este mismo programa se trató del boicot del PP al Grupo PRISA. Subrayar una reflexión del periodista Isaías Lafuente: el boicot ataca la libertad de expresión de la ciudadanía, y entre esta ciudadanía están los propios militantes del PP, cuyo partido les impide hablar en determinados medios.
