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Entrevista:JORGE LORENZO | Campeón mundial de 250 centímetros cúbicos | Motociclismo | Gran Premio de España

"Un punto de chulería sí tengo"

Oriol Puigdemont

Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) está como un niño con zapatos nuevos. Su primer título mundial, el de 250cc que consiguió en la última carrera de 2006, fue la excusa perfecta para que Giorgio liberara su tez más creativa. El vigente campeón corre este año con mono, casco y botas nuevas y en todo ello ha participado del diseño. Su web se ha renovado y, para colmo, en la parrilla de hoy posará con sus nuevas gafas de sol, equipadas con un dispositivo Mp3. Es el único de toda la del dos y medio que las luce y eso le encanta. Además, antes de arrancar en la primera posición -su segunda pole del curso-, el motociclista español, de 19 años, mostrará un cartel con la inscripción no más vallas, no más trampas, con el que se solidariza con la plataforma motera para la seguridad vial y en contra de los guardarraíles.

"Puede que dé la impresión de tenerlo todo bajo control cuando nadie lo tiene. Pero esa impresión hay que darla"
"Tengo más de veinte rivales, pero lo único que me preocupa es que mi mente esté en condiciones"

Pregunta. Tras una pretemporada en la que no despuntó demasiado, llegó usted a Qatar, hace dos semanas, y ganó la primera carrera en una demostración exuberante de control sobre sus rivales. ¿Hasta qué extremo tenía dudas sobre lo que podría suceder allí?

Respuesta. Es normal que un piloto no tenga las cosas del todo claras en algunos momentos. Cuando uno no consigue los tiempos que debería, la reflexión lógica es pensar que algo va mal. Sales de nuevo a la pista y sigues rodando siete décimas de segundo más lento. Entonces, decides esperar una semana porque a lo mejor la cosa cambia. Llega el fin de semana de la carrera, te subes a la moto y desde la primera vuelta vas rápido.

P. ¿Qué explicación propone?

R. Es una cuestión de bloqueo. Cuando eso ocurre, lo mejor es esperar unos días para que la mente se libere un poco. Luego, todo va mucho mejor. Pero no deja de ser una cosa inexplicable.

P. ¿No se puso nervioso?

R. No era la primera vez que me pasaba. Por eso no estaba del todo preocupado. No tenía la misma confianza de después de ganar una carrera, pero tampoco estaba muy apurado porque me había pasado muchas veces.

P. ¿Respiró en Qatar?

R. Sí, porque suponía un reto para mí ganar esa carrera. Es un circuito que en los últimos años se me ha dado bien a pesar de que en los IRTA [los últimos entrenamientos oficiales relativos a la pretemporada] la cosa fue peor.

P. ¿Le afectó el bajón de rendimiento que sufrió en el tramo final del curso pasado?

R. Me ocurrió algo normal. Llegamos a Portugal, un circuito que no está entre mis favoritos. De entrada, ya ruedas más lento. Si, además, añades la presión que tenía por estar tan cerca del título y el amplio margen de ventaja a mi favor, todavía tuve más miedo. Cuando tienes la oportunidad de ganar tu primer título, te pones nervioso y no pilotas como sabes. Inconscientemente, el miedo no te deja pilotar. Uno dice dale gas y la mano no obedece. Con mis errores, fui culpable de que todo se alargara.

P. Usted dice que, a mayor ventaja, la presión también aumenta. ¿No debería ser al revés?

R. Ocurre que, si el cojín de puntos es escaso, vas a tope porque apenas tienes nada que defender. No te queda otra que salir a morder. Si tienes más margen, también tienes más miedo a perderlo y por eso cortas gas.

P. Siempre afirma que su principal rival es usted mismo. ¿Cómo consigue vencerse?

R. Tengo más de veinte rivales, pero lo único que me preocupa es que mi mente esté en condiciones. Los demás quieren ganarme a mí, pero eso me preocupa muy poco.

P. ¿Le sorprendió cómo dominó la escena en Qatar?

R. En los entrenamientos ya caí en la cuenta de que todo iba bien. El viernes conseguí la pole con cuatro décimas de ventaja. Salí a la carrera pensando que rodaríamos en grupo. No creí que pudiera escaparme tan pronto. Luego, conseguí algunas décimas y pensé '¿por qué no lo voy a intentar?'. Y aún tiré más. También sé que, cuando los neumáticos comienzan a degradarse, voy más rápido que los demás. Allí se vio.

P. ¿Le sorprendieron los apuros por los que pasó Andrea Dovizioso?

R. El motociclismo tiene cosas muy raras. Un piloto termina el décimo una carrera y a la siguiente va y gana. Me sorprendería verlo así al final de la temporada. Honda es la mejor fábrica del mundo, pero quizá tenga otros objetivos que hacer una moto competitiva en dos y medio. En cambio, la moto que me ofrece Aprilia es ganadora. Este año hemos recibido algunas piezas nuevas para el motor y el chasis, pero la base es la misma del pasado.

P. ¿Le afectará ser el hombre al que todos los demás querrán ganar?

R. En esto de las motos hay que vivir siempre el día a día. Si me duermo en los laureles y hago unas cuantas carreras malas, Jorge Lorenzo desaparecerá para la gente.

P. ¿El título le ha vuelto más prudente en su forma de expresarse?

R. Cuando digo las cosas como lo hago, está claro que alguno puede pensar que soy un prepotente, que voy de sobrado o de chulo. Bueno, un punto de chulería sí tengo. Puede que dé la impresión de tenerlo todo bajo control cuando, en realidad, nadie lo tiene. Pero esa impresión hay que darla.

P. En Jerez se ha rodado más rápido que en 2006, cuando se dijo que el nivel de la categoría había bajado con la marcha de Dani Pedrosa y Casey Stoner a la MotoGP. ¿Ha subido de nuevo en 2007?

R. Sin duda. Además de los que ya había, ahora hay tres pilotos con motos oficiales que antes no estaban. En cualquier caso, aquí se verá si estamos rodando tan rápido, ya que el récord de la pista todavía es el que marcó Daijiro Kato en 2001.

P. ¿Ha trabajado psicológicamente por si las cosas se tuercen en algún momento?

R. Si pensara en todo lo que puede salir mal, no viviría.

Jorge Lorenzo, en un descanso durante los entrenamientos.
Jorge Lorenzo, en un descanso durante los entrenamientos.ASSOCIATED PRESS

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