Los guardarraíles serán más seguros para los 160.000 moteros de Madrid

Una lona blanca elaborada con el material de los chalecos antibalas luce desde ayer en los guardarraíles del puente de O'Donnell, uno de los puntos en los que los más de 160.000 motoristas de la capital reclamaban soluciones contra estas vallas metálicas. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se comprometió ayer a equipar los 82 kilómetros de quitamiedos de la capital con sistemas que protejan a los motoristas de las caídas.

"Cuando conduces una moto por la M-30 y pillas aceite de los camiones o gravilla de la calzada se te va la moto. Entonces puedes salir despedido hacía los guardarraíles, cuyos pilares son como cuchillas, te cortan las extremidades...", de este modo explica Ángel, que conduce una Suzuki Burgman, el peligro de los quitamiedos para los motoristas.

El Ayuntamiento de Madrid y el RACE presentaron ayer un nuevo sistema para proteger a los motoristas de las vallas metálicas que aseguran las carreteras. Es una malla elástica tejida con cinco hilos de alta resistencia al impacto. La lona va sujeta a la parte inferior del guardarraíl con un soporte de plástico. Este sistema es uno de los tres que está homologado por el Ministerio de Fomento para proteger los quitamiedos de las calzadas y reducir las muertes y lesiones que provocan en los motoristas. Es la primera vez que se aplica este sistema en España. Desde ayer, más de un kilómetro del puente de O'Donnell, sobre la M-30, luce la malla blanca, que evitará lesiones graves a los conductores de motos.

4.778 accidentes en 2006

"Con un impacto a 64 kilómetros por hora, el motorista sale ileso, según las pruebas que hemos hecho", explica Tomás Santa Cecilia, responsable del RACE. "Lo bueno es que es un sistema flexible que absorbe el golpe, reduce las lesiones en un 60% y evita las amputaciones", añade.

El año pasado se produjeron 4.778 accidentes con una motocicleta implicada, según datos municipales.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se comprometió ayer a cubrir con alguna de las tres medidas de seguridad aprobadas por Fomento los más de 82 kilómetros de guardarraíles de la ciudad. La mayor parte de ellos están en la M-30, 78 kilómetros. Precisamente esta vía urbana es uno de los puntos más peligrosos para los motoristas. Con esta iniciativa, Madrid se convertirá en la primera capital en contar con quitamiedos seguros.

El Ayuntamiento convocará un concurso para seleccionar cuál de los tres sistemas es el más apropiado. Se implantará en cuatro fases, la primera de ellas en la M-30, a principios de la próxima legislatura; la segunda, en los puentes de esta vía; la tercera, en las vías de acceso a la ciudad, y por último, en los puntos del interior del casco urbano.