Rubalcaba desea que Batasuna cumpla la Ley de Partidos y vaya a las elecciones

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, expresó ayer, por segunda vez en una semana, su deseo de que la izquierda abertzale se presente a las elecciones municipales y que cumpla la Ley de Partidos. "El Gobierno desea que Batasuna vaya a las elecciones, pero para eso tiene que cumplir la Ley de Partidos. Más claro no puedo ser", dijo tras el Consejo de Ministros. El ministro pidió a Batasuna que "no juegue al equívoco" con "propuestas políticas a los partidos", como su plan sobre la territorialidad, y que "rechace la violencia para poder concurrir a las elecciones".

Cuando ya faltan pocas semanas para que venzan los plazos para presentar las listas electorales, el Gobierno recuerda a la izquierda abertzale que la fórmula posible para concurrir a las elecciones municipales es el cumplimiento de la Ley de Partidos. Antes de que ETA atentara en Barajas, el 30 de diciembre del pasado año, y tras casi cuatro años sin víctimas del terrorismo etarra, la fórmula que la propia izquierda abertzale barajaba era la presentación de una nueva marca -distinta a la ilegalizada Batasuna por la Ley de Partidos- y de unos nuevos estatutos en los que el nuevo partido apostaba expresamente por las vías democráticas. Esta fórmula, en esas condiciones, podría haber bastado para cumplir los requisitos de la ley, según fuentes jurídicas y gubernamentales.

Pero tras el atentado perpetrado en el aeropuerto de Barajas por la organización terrorista ETA, que asesinó a dos personas -los trabajadores ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate-, la exigencia del Gobierno a Batasuna es mayor ya que sus portavoces no lo condenaron. A juicio del Gobierno, la izquierda abertzale, para lograr la legalización del nuevo partido, tendría que recoger en sus estatutos el rechazo de la violencia.

El Ejecutivo estima que las otras fórmulas de participación electoral, barajadas estos días por la izquierda abertzale, como las agrupaciones electorales, que ha utilizado en algunas ocasiones precedentes, y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK en sus siglas en euskera), una marca legal que le sirvió para que sus votantes remarcaran su espacio electoral en las elecciones autonómicas de 2005, pueden tener problemas de legalidad, de cara a los próximos comiciones.

De ahí la insistencia, estos días, la última vez ayer mismo, del ministro del Interior en poner todas las cartas sobre la mesa. Pérez Rubalcaba empezó ayer por advertir a Batasuna que "no juegue al equívoco" de plantear nuevas propuestas políticas, aunque estén enmarcadas en la Constitución, para resolver, a su juicio, el reto de la territorialidad porque el "problema es otro y previo". El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, lleva insistiendo semanas, desde el pasado 8 de febrero, y con poco éxito, en abrir un debate con los partidos vascos sobre su propuesta de "autonomía política para Euskadi y Navarra dentro del Estado".

Ayer contestó Pérez Rubalcaba a Otegi y Batasuna: "El problema es previo porque antes de plantear ofertas electorales a su electorado, debe cumplir condiciones para presentarse a las elecciones. Y esas condiciones son que antes debe rechazar y separarse de la violencia porque es lo que pide la Ley de Partidos y el Gobierno".

El ministro del Interior precisó a continuación la fórmula: "Batasuna sabe perfectamente lo que tiene que hacer para acudir a las elecciones y el Gobierno no puede ser más claro. Le gustaría que fuera, pero, para ir, tiene que cumplir la ley y separarse definitivamente de la violencia".

El Ejecutivo central desconoce cuál será la fórmula que elegirá, finalmente, Batasuna para concurrir a las elecciones. "Ya no existen contactos con ellos, como antes de la ruptura del alto el fuego, y, por tanto, no sabemos nada", señalan fuentes gubernamentales.