Relativamente imposible
Estudio de J. de Vicente y J. P. de Arriaga.
L'Italia Scacchistica, 1957.
Muchos jugadores, probablemente casi todos, optarían por rendirse con las piezas blancas en la posición del diagrama. Los motivos para pensar que el peón negro es imparable son de peso: el rey defensor está lejísimos; el caballo, clavado; el alfil no puede moverse sin sacrificar el corcel; y para colmo, el alfil negro está muy bien situado, en la gran diagonal, apoyando la coronación. Hay una solución, pero la idea está profundamente oculta, aunque el primer indicio no es tan difícil de ver: 1 Ag1! (sacrificar el alfil no alcanza para empatar, aunque el caballo llega a tiempo para bloquear el peón, porque en la lucha posterior el alfil negro es mucho más fuerte: 1 Ce4?, A - h2 2 Cf2+, Rh4 3 Cd3, a3 4 Cb4, Rh3 5 Ca2, Ag3 6 Rg1, Rg4 7 Rg2, Ah4 8 Rf1, Rf3 9 Cb4, Ad8 10 Cc2 -o bien 10 Ca2, Aa5 11 Cc1, Re3 12 Ca2, Rd2, ganando- 10... a2 11 Re1, Aa5+ 12 Rd1, Ac3 13 Rc1, Re2, y las negras ganan) 1... a3 (si 1... A - g3 2 Ac5, tablas; y si 1... R - g3 2 Ah2+, tablas) 2 Ce2, a2 (la triste sensación es que todo está perdido; sin embargo, la idea profunda sigue ahí escondida, y todavía es muy difícil de ver) 3 Ad4! (no es un recurso desesperado; obviamente, las negras van a capturar el alfil y a coronar el peón; ¿entonces?) 3... A - d4 (sólo aquí se descubre el último recurso, la idea brillante que sustenta toda la composición; se trata de convertir una parte del problema en la solución; el rey blanco está lejos e inmovilizado... ¡inmovilizado!, ¡ahogado!) 4 Cc1!! (las negras no tienen más remedio que coronar, para no perder el peón) 4... a1=D. Tablas por ahogado. Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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