Ronaldo no puede con el Inter
El gol de brasileño, muy pitado, no evita la derrota del Milan ante su antiguo equipo
Ronaldo tiene 30 años y, cosas de la edad, un buen puñado de ex equipos a su espalda. Uno de ellos es el Inter de Milán, el club que le acunó cuando sufrió sus graves lesiones de rodilla, el equipo que se sintió frustrado cuando le vio marchar al Madrid, y la mitad de la ciudad que recibió con ira su fichaje por el Milan, el eterno rival. Ayer, Ronaldo debutó en un derbi milanista con la camiseta del equipo blanquinegro. Su antigua afición, la del Inter, le recibió con los agudos pitidos de casi 30.000 silbatos de color naranja, además de con pancartas que viajaban de la broma al insulto: "Te fuiste como conejo y ahora vuelves como cerdo", por ejemplo. "Un jugador mediocre, un hombre malnacido, Ronaldo ingrato". "Ojo a la rodilla", también. En otras se podía leer: "El payaso ha llegado". Ronaldo marcó. No fue suficiente. El Inter, que para algo es el líder invicto del calcio, acabó ganando y así superó parcialmente el trauma de su eliminación ante el Valencia en la Champions.
INTER 2 - MILAN 1
Inter: Julio Cesar; Burdisso, Córdoba, Materazzi, Grosso (Maxwell, m. 18); Zanetti, Dacourt (Samuel, m. 46), Stankovic, Figo; Ibrahimovic y Crespo (Cruz, m. 54). No utilizados: Toldo, Gonzalez, Solari y Recoba.
Milan: Dida; Oddo (Cafu, m. 62), Bonera, Maldini, Jankulovski; Gattuso (Gourcuff, m. 79), Pirlo, Ambrosini, Seedorf (Gilardino, m. 70); Kaká y Ronaldo. No utilizados: Kalac, Simic, Brocchi y Oliveira.
Goles: 0-1. M. 40. Ronaldo. 1-1. M. 54. Julio Cruz recoge un despeje de Dida. 2-1. M. 75. Ibrahimovic.
Árbitro: Rizzoli di Bologna. Amonestó a Ibrahimovic, Samuel, Pirlo y Córdoba.
Unos 67.000 espectadores en San Siro.
El argentino Julio Cruz, que ya se ha acostumbrado al papel de salvador de su equipo, y el gigantón sueco Ibrahimovic, evitaron que Ronaldo derrotara al Inter. Que el brasileño es un delantero de talla mundial, un hombre que desequilibra partidos, lo demuestra la pasión con la que le recibió el público: "Han exagerado, sobre todo, ofendiendo a mi familia, pero no se puede esperar mucho de personas estúpidas", se quejó luego el ariete, que se hizo notar sobre el campo: marcó con un zurdazo cuando el partido buscaba el descanso y lo celebró poniéndose las manos en los oídos, en respuesta a los silbidos recibidos desde la grada cada vez que tocaba un balón.
Con la ventaja milanista, todo quedó en manos de un suplente, el jardinero Cruz. Fue que el argentino saltara al campo y que cambiara el ritmo del encuentro. Tocó un balón, sólo uno, el primero, y con eso empató el partido. Luego protagonizó un ramillete de oportunidades que encendieron a los suyos y dispararon el ritmo del encuentro. La jugada del empate, nacida de un rechace de Duda a centro de Ibrahimovic, anunció quién decidiría el partido: el tallo sueco, que pasa por prototipo del delantero moderno, marcó el tanto de la victoria interista.
La derrota del equipo de Ronaldo, en el que Maldini cumplió 600 partidos en Liga, deja una conclusión deprimente para los suyos, por mucho que el equipo se haya clasificado para cuartos de final de la Champions: después de empezar la campaña con un déficit de ocho puntos por su implicación en el caso Moggi, la trama que amañaba partidos en el calcio, la derrota en el derbi certificó matemáticamente que los jugadores de Ancelotti no podrán ganar el campeonato: marchan a 33 puntos del líder a falta de 11 jornadas. Y eso no lo puede arreglar ni siquiera Ronaldo. "Estoy feliz por el gol... y basta. Se ha tratado de otro partido más para mí, de otro derbi más. He celebrado el gol normalmente como hago con todo los tantos que marco", dijo.
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