Asuntos de familia

Los cimientos de la tranquila casa real belga se tambalean por asuntos de familia y dinero. Una vez admitido por el príncipe Laurent, el hijo menor de los reyes de Bélgica, que utilizó dinero de la Marina para decorar su casa, sus padres han llegado a un acuerdo para devolver los 175.000 euros que se le reclamaran al Ministerio de Defensa.

El Tribunal Correccional de Hasselt llamó a declarar a 12 empresarios y altos oficiales de la Marina por supuestas facturas falsas y el desvío de fondos de esta institución del Ejército, entre ellos el príncipe Laurent.

El hijo menor de Alberto y Paola reconoció que su consejero personal, el coronel Noël Vaessen, le ayudó a decorar y mantener su mansión, Villa Clémentine, con fondos que procedían de la Marina, pero que desconocía su origen fraudulento. "No miro la contabilidad de la Marina ni de otra institución. Pensé que Vaessen era competente. Hizo lo que pudo", dijo.

Según los investigadores judiciales, se habrían abonado en muebles, electrodomésticos y trabajos de reforma facturas por valor de 175.000 euros. El príncipe tiene el cargo honorífico de teniente-general de la Marina.

Y cuando la familia parecía respirar aliviada al dar por resuelto este asunto, el padre de Matilde, la futura reina de los belgas, Patrick d'Udekem d'Acoz, ha decidido contar los problemas de la familia en una revista y un programa de televisión después de tres años de enfrentamiento legal con sus hermano Henri,

Patrick y Henri llevan tiempo discutiendo por la herencia de su difunta madre. El objeto de la disputa es la casa familiar declarada en 1999 inhabitable por un decreto municipal emitido por Henri d'Udekem d'Acoz, entonces, burgomaestre de esa localidad y vendida por éste sin previo aviso. El padre de la Princesa calificó a su hermano Henri como "un vulgar ladrón, un mentiroso patológico, un manipulador y un tirano". Matilde, atónita, ha llamado a capítulo a sus parientes.