Un parón en la vivienda costaría 200.000 empleos, según Seopan
O más ladrillo o más paro. La patronal de las grandes constructoras Seopan lanzó ayer un aviso sobre lo que, a su juicio, implicaría un parón en la demanda de vivienda en 2008: si se construyen 100.000 viviendas menos, se quedarán sin trabajo 200.000 personas, entre empleos directos e indirectos. "Que se lo piensen bien quienes dicen que hay que parar la construcción de pisos: no hay otra actividad que pueda sustituirla de forma inmediata", alertó el presidente de Seopan, Enrique de Aldama.
Aldama presentó ayer unos datos sobre la construcción en España en 2006 que reafirman todos los lugares comunes sobre el sector en los últimos 11 años, en los que ha crecido "una media del 5,9% anual frente al 3,8% de aumento del PIB". El mundo del ladrillo y el cemento significó el pasado año el 17,8% del producto interior bruto, siete décimas más que el anterior, y el 12,9% del total de ocupados, medio punto más.
Frente a la espectacular pujanza de la construcción se alzan las críticas a un modelo de crecimiento económico poco sostenible y las advertencias de organismos como el Fondo Monetario Internacional sobre sus riesgos. Pero Aldama quiso ayer oponer a los detractores del hormigón el argumento del empleo: cada 100.000 viviendas menos que se construyan, se perderán 200.000 puestos de trabajo, no sólo en el sector de la construcción sino también en las industrias proveedoras.
Ese parón de la demanda que temen en Seopan, del orden del 15% menos, no se produciría este año (esperan un aumento del 5%-6%), sino en 2008. El pasado año, los colegios de arquitectos visaron 920.000 viviendas, un 12,4% más, con un nulo crecimiento de las protegidas.
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