Filantropía para principiantes

La Fundación Bertelsmann invertirá este año 500.000 euros en potenciar en España la creación de fundaciones cívicas. Aunque en el resto del mundo existen más de 1.200, en España no hay ninguna. Michaela Hertel, directora de la Fundación Bertelsmann, no entiende por qué, pero está segura de que es un proceso que, una vez que comience, no habrá quien lo frene.

Una fundación cívica se caracteriza principalmente porque sus benefactores lo son a pequeña escala. La Fundación Bertelsmann, por ejemplo, facturó en 2006 cerca de 20.000 millones de euros y da trabajo a más de 95.000 personas en todo el mundo. Fundada en 1995 por el magnate alemán de la comunicación Reinhard Mohn, es un gigante de la filantropía que hasta hace muy poco centraba casi toda su gestión en actividades culturales, en especial bibliotecarias.

En Alemania fue una fundación cívica la que gestionó las ayudas por las fundaciones

Pero, según explica Michaela Hertel, se han dado cuenta de que las sociedades modernas tienen carencias sociales que los poderes públicos no pueden subsanar. De ahí la necesidad de potenciar desde las bases de la sociedad la solución. Y la Fundación Bertelsmann se ha fijado en Galicia para ello. La plaga de incendios del pasado verano, las inundaciones, todos estos factores han creado un momento especial de conciencia social que Hertel quiere canalizar para crear fundaciones cívicas.

Hertel dice a todo el que quiere escucharle que la imagen del filántropo se corresponde siempre con la de un hombre mayor, rico, que pretende destinar parte de su riqueza a ayudar a los demás. Ella intenta luchar contra este estereotipo, y nada mejor para ello que las fundaciones cívicas, en las que todos podemos ser filántropos. "Un ciudadano no puede crear individualmente una fundación, pero juntos sí podemos hacerlo", explica esta alemana en un brillante español.

Una fundación cívica se forma tanto con inversiones individuales como empresariales, pero también con la donación de tiempo y conocimientos de sus miembros. Su objetivo es fomentar la filantropía local. Carmen López Olmedo, miembro del capitulo español del Club de Roma y socia del Club Financiero de A Coruña, acompañó a Hertel en el acto que organizaron en el Club Financiero vigués para promover la creación de sociedades cívicas. Carmen López Olmedo exige de la sociedad una mayor implicación para resolver sus problemas, ya que sostiene que una ciudadanía madura no puede pretender que el Estado solucione todo.

En Alemania, un país donde hay más de 120 fundaciones cívicas (Mohn creó la primera en 1996), estas entidades han conseguido grandes logros, según explica Michaela Hertel. En el Estado de Sajonia, por ejemplo, tras las grandes inundaciones de hace unos años, el dinero de las ayudas lo gestionó la Fundación Cívica. En otros casos, se financiaron bibliotecas, o se han recogido instrumentos viejos para restaurar y repartir entre personas que deseaban tocar y no podían comprarlos. Son, a la vista está, gestos de gran impacto local y no siempre necesariamente costosos.

Cualquier ciudadano puede ser el primero en dar el paso, iniciar la creación de una Fundación Cívica y buscar personas o empresas afines que deseen implicarse más en la lucha por el bienestar social.