"Casillas tapa mucho más que yo"

Un rebaño de ovejas pasta en una elevación del terreno entre el estadio del Getafe y su ciudad deportiva. La escena tiene una mística rural que hace sonreír a Roberto Carlos Abbondanzieri (Bouquet, Argentina; 34 años). Se le ve dichoso de haber encontrado en el sur de Madrid la tranquilidad que ansiaba desde sus tiempos en Boca, donde ganó dos Intercontinentales, tres Libertadores, seis Ligas... "Tantas concentraciones, tantos viajes... Necesitaba estar con la familia", dice. Con 16 goles encajados en 23 partidos (0,69 de media), Abbondanzieri es el meta menos batido de la Liga. El domingo se someterá al escrutinio del Bernabéu.

Pregunta. Si el Getafe se clasifica para Europa, va a tener que volver a viajar.

"Soy igual parando que no parando. Lo mejor que hay para estar en un club de fútbol es ser un buen compañero. Yo trato de serlo"

"Me gustaba Chilavert porque siempre estaba muy bien ubicado. Las palomitas y todo eso no me gustan nada"

Respuesta. Eso hay que verlo todavía. Estamos ahí cerca, y me parece que es un objetivo que nos podemos plantear, pero primero hay que sumar los puntos necesarios para seguir en Primera, pillando experiencia. Después, si vamos a la UEFA, bienvenida sea.

P. Es el portero que más interviene del campeonato, con más de cien paradas. No está mal para el Zamora.

R. Bueno, eso dicen los números, pero no es sólo una cuestión mía. Va más allá de la portería. El cuerpo técnico, los muchachos...

P. Hasta Bernd Schuster saca pecho y habla de la mejor defensa de España. ¿A qué se debe que intervenga tanto, cuando es el equipo menos goleado?

R. El equipo se defiende muy bien, trabaja en posición de la mejor manera, y nada, las paradas son las que son. ¡Uno tiene que parar! Para eso estamos, y en un partido siempre se dan situaciones de gol. Cuando nos agarran malparados, que son muy pocas veces... Uno tiene que estar atento.

P. Hasta su llegada cuatro porteros desfilaron por el arco. Si el Getafe está en la cresta de la ola es, en buena parte, a los puntos que ha salvado en la portería.

R. Hubo algunos partidos claves, sí, pero no sé si el portero es el único que puede salvar los puntos... El portero puede salvar balones, parando un penalti en el último segundo (en Huelva), con una buena tapada frente al Mallorca en el último segundo... Evidentemente, eso es importante, pero hay que rescatar muchas cosas del equipo, que ayuda también al portero.

P. Arévalo, el preparador de los arqueros, valora sobre todo su atención con los suplentes y los canteranos. Luis García también dice que es un ejemplo.

R. Yo soy igual tapando que no tapando. Lo mejor que hay para estar en un club de fútbol es ser un buen compañero. Hay que ayudar. Siempre es lindo jugar, seguro, pero también saber que un plantel cuenta con 25 jugadores. Y solamente van a jugar once. Por eso hay que estar muy metido y ser buena gente. Yo trato de serlo, y por eso animo a los demás. Les entrego lo mejor de mí. Siempre.

P. ¿Será porque es de campo?

R. Soy muy de campo. Creo que el que viene de los pueblitos... digamos que tiene mucha humildad. Lo que no quiere decir que se pueda crecer y lo pierda todo. Pero si ves el origen y la tranquilidad que tienes, me parece que te tienen que salir bien las cosas.

P. El salto lo dio a Europa entrado en años.

R. Y en la selección debuté tarde por no jugar en Boca porque delante tenía un portero como Córdoba. La decisión de si tardé demasiado en venir fue más de Boca o de mi representante... ¡o de algo que siempre había pero nunca se concretaba! Hasta que me planté; no hubo puerta atrás. Si no, hubiera terminado mi carrera.

P. ¿De verdad que no añora nada? La gloria, la fama...

R. ¡Nada! He estado diez años con todo eso, me he llevado títulos, y ya era suficiente. Quería disfrutar de la familia. En Suramérica se concentran mucho. Cada tres días, Boca tiene que jugar un partido; si no es la Liga es la Copa o un amistoso. Y así. No se termina nunca. El Getafe me aporta esa tranquilidad. Y fue el único club puntual que quiso tenerme lo más rápido posible. Le estoy muy agradecido.

P. Esa máxima que afirma que la mejor defensa es un buen ataque no se cumple con el Getafe.

R. Bueno, hemos estado más jodidos antes, cuando no convertíamos. ¡Pero llevábamos muy pocos goles encajados también! Después mejoramos, y vinieron mejores resultados. ¡En la Copa lo hicimos muy bien! Le encajamos cuatro al Valencia, que para nosotros fue importantísimo.

P. Otra plaza importante es la del Madrid, que parece que no se da una tregua. Cuando no es una cosa es otra.

R. Todo lo que rodea al Madrid, todo lo que se ha comentado... es por los resultados. Cuando vos estás en un club grande, si ganas, no pasa nada. Pero, si los resultados no acompañan, se buscarán los detalles necesarios para insinuar que sí hay un problema en el club.

P. Casillas...

R. ¡Casillas tapa mucho, mucho más que yo! Por eso digo que los números por ahí son relativos. Casillas, todos los partidos, tiene que trabajar mucho; por ahí tiene más goles encajados, pero también los ha tapado muy relevantes, como en la Champions

P. ¿Qué le dolió más, la fisura que le provocó Klose en cuartos del Mundial o las críticas por haber salido del campo?

R. Las críticas no me duelen, me dan pena. Que por ahí se hable demasiado de eso, conociéndome como persona o como profesional... Lo que más me dolió fue salir justo en ese partido, donde creo que Argentina lo iba a pasar.

P. Argentina cayó en los penaltis. ¿Acaso es tan infalible?

R. ¡Con tranquilidad, no hay algo que se pueda hacer para tapar penales! Hay que estar en el momento, concentrarte por dónde puede ir el balón, y después eliges. Estudio a los rivales, pero sólo miro algunos vídeos, esas cosas. En el momento, si adivino, trato de taparla y nada más.

P. Antes del Mundial recurrió a un psicólogo.

R. Que también trabajaba en la selección. Las dos o tres entrevistas que teníamos por semana eran, sobre todo, por la presión que tenía Argentina. Había que hacer un buen Mundial, y todas las miradas estaban puestas en la portería; hacía mucho tiempo que no había un portero que, digamos, venga jugando tanto tiempo. El psicólogo me sirvió como el trabajo con Fillol.

P. ¿Es su referente Fillol, el responsable de que juegue tan sobrio?

R. ¡Las palomitas y todo eso no me gustan nada! No tengo un arquero ídolo, siempre traté de robar un poquito de unos y otros. Aunque me gusta mucho Chilavert en su mejor momento. Siempre estaba muy bien ubicado.

P. ¿Se atrevería con las faltas?

R. ¡No! Chilavert era especial, tenía muy buena pegada, pero yo no me animaría a ir a pegarle a un tiro libre. En definición, puedo patear un penalti, pero en un partido, delante del portero, me parece que hay diez jugadores que le pueden pegar antes que el meta.

P. Cambió la ce de su apellido por la zeta. ¿Cuestión de márketing?

R. Simplemente, por un trámite en los papeles de la ciudadanía italiana. Mi padre tiene muchos hermanos, son 12, entonces, cada vez que llegaban, les anotaban diferente. Cuando fui a sacar el pasaporte hubo ese problemita. Pero el apellido sigue siendo el mismo.

P. ¿Qué hará retirado?

R. Me encantaría dedicarme al automovilismo, pero lo tengo algo complicado con mi esposa; no quiere saber nada, dice que es muy peligroso. A ver si me deja con 36-37 años... Lo que es seguro es que volveré al campo; compraré unas cabezas de ganado.