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Reportaje:Fútbol | 24ª jornada de Liga

Conexión salvadora

La asociación de Cassano, que regresó tras 134 días de castigo,con Higuaín, que marcó su primer gol, mantiene al Madrid a flote

Diego Torres

Quienes conocen a Antonio Cassano aseguran que necesita que le digan que es el mejor. En los buenos viejos tiempos de la Roma, cuando Fabio Capello asumía cierto grado de paternidad sobre él, se lo proclamaba continuamente: "Eres el mejor". Por la mañana: "Eres el mejor". Por la tarde: "Eres el más grande". A todas horas, el niño prodigio de Bari escuchaba palabras que aplacaban su espíritu inseguro: "Antonio, eres el más grande".

Como sucede con muchos futbolistas -y con algunos caballos de carreras-, Cassano florece con los estímulos afectivos. Por eso mismo, quienes sabían de su mentalidad se sintieron perplejos ante el partidazo que hizo contra el Atlético. Entró al campo en el minuto 46, con sobrepeso, después de permanecer 134 días castigado. No había jugado en la Liga desde la derrota ante el Getafe, la primera del Madrid en la temporada. Su viejo amigo, Capello, le había hostigado sin tregua. Pero el Madrid perdió seis partidos más. Y habría perdido siete si Capello no le hacía jugar el derby.

Capello utilizó a Cassano durante sus 134 días de castigo para demostrar que tiene autoridad

La actuación de Cassano tuvo dos fases. Durante 40 minutos fue delantero, y en los diez minutos finales -tras la expulsión de Cannavaro- defensa. Como defensa ordenó a sus compañeros y frenó a Jurado. Como delantero interpretó con inteligencia las debilidades del Atlético.

Como tiene clase y no mira el DNI de sus compañeros cuando juega, le metió un pase perfecto a Higuaín aprovechando que se desmarcaba. El encuentro fue providencial. Cassano se redimió con Higuaín mientras el argentino se salvó a sí mismo de caer en la depresión que carcome a otras víctimas del régimen: Reyes, Robinho, etcétera.

El gol evitó el hundimiento definitivo del Madrid en esta Liga. Como buen punta, Higuaín reservó palabras de agradecimiento hacia su bienhechor: "Tuve la suerte de que Antonio me diera ese pase; me dejó solo".

La asistencia le sirvió a Higuaín para meter su primer gol con el Madrid. Con ese gol ganará tiempo y contrarrestará la corriente de suspicacia que se extendía dentro del club. Como el Madrid manifiesta conductas esquizofrénicas, el chaval, que tiene 19 años, recibió mensajes contradictorios. Mientras Mijatovic anunciaba su fichaje como "una apuesta de futuro", Capello lo exprimía como si se tratase de un Ronaldo más. Con el mismo nivel de exigencia y la misma falta de tacto. Como vio que no marcaba goles, el técnico comenzó a decir que Higuaín debería ir cedido para madurar.

El derby demostró que lo que Higuaín necesitaba no era el juicio sumario de Capello tanto como un buen cómplice. Cuando se encontró con Cassano en los tres cuartos del campo reconoció en el italiano al tipo de jugador inteligente que sabe desestabilizar al rival antes de pisar el área. Lo mismo que él. La complicidad fue inmediata. Tardaron 15 minutos en fabricar el gol.

El reencuentro de Capello y Cassano en Madrid hizo pensar en un renacimiento del chico de Bari. Cassano se había dejado llevar durante dos años hasta una vía muerta. Tenía 24 años y no parecía preocupado, sino feliz simplemente de vivir en Madrid y ganar mucho dinero. En la pretemporada, Capello tuvo tiempo para dedicarle sus esfuerzos. Y Cassano respondió entrenándose con todo su empeño. Perdió ocho kilos y fue titular en cinco de los primeros siete partidos oficiales. En Getafe, Capello se lo quitó de encima. El técnico estaba demasiado atento a cuidar su reputación como para procurar comprensión a un tipo con mala prensa. Durante 134 días le utilizó para mostrarle al mundo que seguía teniendo autoridad. A los 135 días, lo empleó para beneficio del equipo. El Madrid está en puestos de Champions gracias a esta rectificación, y gracias a Higuaín.

Cassano se desploma ante el acoso de Zé Castro, Perea y Luccin.
Cassano se desploma ante el acoso de Zé Castro, Perea y Luccin.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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