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Rubio exige que se retire el plan de Mestalla por falta de base legal

El proyecto carece del estudio de edificabilidad y no concreta la permuta con el Valencia CF

Sara Velert

El gobierno local que preside Rita Barberá, del PP, llevará al pleno de mañana el plan de Mestalla sin el informe pedido por los propios técnicos sobre la edificabilidad residencial concedida al Valencia CF y sin concretar la permuta de suelo por la que se privatizará el solar del nuevo campo. El portavoz socialista, Rafael Rubio, defendió ayer que la volumetría de Mestalla se rebaje a la mitad y exigió la retirada de la doble operación urbanística por "falta de base legal suficiente".

Los socialistas ven irregular la permuta y piden que la volumetría se rebaje a la mitad

El expediente está plagado de deficiencias, aseguró Rubio, que desgranó las razones por las que los socialistas, al igual que EU-L'Entesa, votarán en contra del plan, que tras la aprobación del pleno quedará pendiente del visto bueno del Consell.

La permuta por la que el Valencia CF será dueño del suelo del nuevo estadio y debe compensar a la ciudad por esa pérdida de terreno dotacional no tiene aún concreción económica. Es la base de la operación, pero el PP sólo ha equilibrado sobre planos la merma del suelo de la avenida de las Cortes Valencianas con terrenos en Campanar y Benicalap, pendientes del futuro plan general, por lo que las dotaciones no se recuperan en el planeamiento vigente. Los socialistas, además, consideran irregular la permuta directa al argumentar que sólo es posible si se destina el suelo a vivienda social, y no a un estadio. Rubio fue más allá y vaticinó que la permuta "puede acabar costando dinero al Ayuntamiento", ya que parte de los terrenos son de huerta y pasan a ser urbanos, de modo que "lo que valía uno valdrá diez". El PP afirmó hace meses que parte de ese suelo lo había comprado el club.

El portavoz del PSPV-PSOE destacó que los propios técnicos municipales advierten que antes de remitir la documentación a la Consejería de Territorio debe redactarse "un estudio complementario" sobre el índice de edificabilidad y dotaciones previsto en el suelo del actual Mestalla, donde se construirán viviendas y comercios. El equipo de Barberá ha dado por buena la volumetría de 89.000 metros cuadrados acordada en dos convenios con el Valencia CF, pero no la "justifica" en el expediente. "Sabe que acabará en los tribunales", auguró Rubio, que defiende que la ordenación de Mestalla exige un Plan de Reforma Interior y Mejora, con el que la ley no permitiría más de 45.000 metros cuadrados (un metro cuadrado de techo por cada metro de suelo).

Los técnicos de la empresa municipal Aumsa, que ejecutarán el plan, no firman la contestación a las alegaciones de Mestalla. "¿Se les ha pasado o no asumen la responsabilidad?", preguntó Rubio, quien exigió un consenso basado en la ley. "Es más fácil echarnos a la afición en contra que abordar los cambios de forma rigurosa", reprochó al PP. El plan de Mestalla contiene previsiones sorprendentes, como la que asegura de que no habrá ruido junto al nuevo estadio a partir de las 22.00 -"¿cuándo jugarán los partidos"?- o la afirmación del Valencia de que fuera de la ciudad su campo y los aparcamientos necesitarían un millón de metros cuadrados, cuando el proyecto tiene 70.000 y no podrá absorber el tránsito de 20.000 vehículos en días de partido.

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Los vecinos, al TSJ

La Federación Valenciana de Asociaciones de Vecinos remitirá al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) la aprobación provisional del plan de Mestalla al considerar que no se ajusta a la ley, anunció ayer la presidenta, María José Broseta. Para los vecinos, el proyecto incumple la sentencia por la que se declaró ilegal la ampliación de Mestalla, ya que otorga al club una edificabilidad que no tendría si se ejecutara ese fallo. En caso de que el TSJ dictamine que el nuevo plan es legal, los vecinos estudiarán otras acciones legales.

La federación, así como la plataforma de los barrios afectados por el nuevo estadio, alegó contra el proyecto. La respuesta del Valencia CF a esas alegaciones alcanza por momentos un tono entre soberbio y displicente. El club justifica el interés social del nuevo campo en la atención mediática del Valencia CF y "su repercusión en los índices de lectura y audiencia", y reprocha a los vecinos que no se hayan quejado en 16 años del "deplorable aspecto urbano" de la parcela del futuro estadio, para la que Barberá prometió hace años un polideportivo. Añade el club que construirá un polideportivo de 15.000 metros cuadrados en el solar, donde, según dice, en origen se previó un estadio público. "Esto es política urbanística real, y no elucubraciones teóricas de un discurso al margen de los intereses ciudadanos", sentencia el Valencia CF, que recomienda a la plataforma de barrios que reflexione "sobre lo injustificado de su alegato".

La concejal de EU-L'Entesa María Victoria González advirtió ayer de que el plan de Mestalla "está en litigio", ya que una empresa que obtuvo una licencia para hotel junto al actual estadio -luego anulada- tiene una sentencia aún no firme favorable a sus derechos y podría exigir indemnización al PP.

Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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